Los caminos del ‘pequeño Nicolás’ son inescrutables. Con su capacidad de fabulación, el joven estudiante de Cunef arrestado por la Policía el 14 de octubre acusado de falsedad documental, usurpación de identidad y estafa, consiguió tener acceso a distintas figuras relevantes del partido. Una de las familias a las que trató de aproximarse fue a la de los González Cavero, el matrimonio formado por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y Lourdes Cavero, presidenta de Subastas Segre y persona cercana a Arturo Fernández en la Confederación de Empresarios Madrileños (CEIM).
Durante las vacaciones de Semana Santa, Francisco Nicolás Gómez Iglesias alquiló un yate para celebrar una fiesta e invitar a sus amigos. En aquella velada no faltaron los habituales selfies de los que tanto presumía después el ‘pequeño Nicolás’ ante terceros. Entre los jóvenes que aceptaron aquella invitación en alta mar organizada por el presunto estafador estaban Isabel Mateos, ‘la pechotes’, la única amiga que ha dado estos días la cara en una entrevista a El Mundo para limpiar la imagen de su colega, y Rocío, hija del presidente de la Comunidad de Madrid. De hecho, es en la exclusiva urbanización Guadalmina de Marbella donde la familia dispone de un dúplex.
Vídeo cedido por laSexta Noticias. En él se aprecian dos escenas en las que Francisco Nicolás Gómez protege a Lourdes Cavero en CEIM.
Pasar unas horas en un barco junto a la hija del presidente de la Comunidad y otros adolescentes no ha sido la única jornada que Francisco Nicolás ha compartido con personas del círculo más íntimo del máximo responsable del Ejecutivo madrileño. Además de formar parte del equipo de Fernández en las últimas elecciones de CEIM, acompañar al líder de los empresarios madrileños en varias reuniones (por ejemplo, con la Asociación de Jóvenes Empresarios) y ejercer como apoderado por parte de la candidatura del actual presidente de la patronal madrileña en la misma mesa en que éste votó, Francisco Nicolás ‘escoltó’ ese día a Lourdes Cavero, la esposa de Ignacio González, cuando la prensa puso los focos sobre su figura.
En aquellos días, la mujer del presidente era noticia porque Fernández la repescó para su equipo dos semanas después de que ella misma presentase su dimisión como vicepresidenta. Dos movimientos -la ida y la vuelta de la esposa del presidente a CEIM- que despertaron la curiosidad de la prensa. Sin embargo, Cavero consiguió zafarse de los periodistas que buscaban una declaración gracias a este chico que entonces nadie sabía quién era, Francisco Nicolás, que la acompañó durante toda la jornada.
Isabel Mateos, junto a Francisco Nicolás.
También entró en la sede de la Comunidad
El joven, que se encuentra refugiado en un inmueble familiar desde que el juez decretó su libertad sin fianza 72 horas después de ser arrestado, también se las ha apañado para meter un pie en la Real Casa de Correos donde se ubica la sede de la Comunidad de Madrid. El presunto impostor ha acudido, al menos en una ocasión, a la recepción oficial que el máximo representante de la región ofrece el 2 de mayo para un nutrido grupo de políticos, empresarios y personas de la alta sociedad de Madrid. Aquel día consiguió seguir engordando su currículum, su verdadera adicción, al conseguir retratarse junto a Esperanza Aguirre. “Alardeaba de sus buenos contactos, siempre disparaba alto”, coinciden fuentes cercanas al PP de Madrid.
La investigación aún no ha concluido y se encuentra bajo secreto de sumario. Los agentes sospechan que podría haber decenas de particulares y empresas engañadas por este experto impostor, ya que no hacía distinciones. Igual se ponía en contacto con el abogado de la familia Pujol, Cristóbal Martell, asegurándole que era un enviado del CNI y de la Vicepresidencia del Gobierno, que se reunía con el presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad, para convencerle de que retirase la querella contra la Infanta Cristina en el caso Urdangarin. Mientras el juez intenta encajar todas las piezas de este extraño puzzle en el que nadie quiere ahora reconocer su amistad con el ‘pequeño Nicolás’, éste sigue sin dar señales de vida a la espera de la decisión judicial que determinará su futuro.