- Pero Policía de Jinotega niega participación de militares en hechos de Pantasma
Pobladores de El Portal dicen estar seguros de que el Ejército de Nicaragua estuvo implicado en la explosión de una mochila bomba que el martes pasado mató a dos presuntos integrantes de grupos armados en esa tranquila comunidad al oeste de la cabecera municipal de Santa María de Pantasma, en el departamento de Jinotega.
Oscar Gadea, alcalde liberal de Santa María de Pantasma, Jinotega, confirmó que a raíz de la detonación de la mochila-bomba hay gran presencia militar en el municipio.
“Hay muertos, hay heridos, hay gente detenida y por lo tanto yo hago un llamado a la reflexión y si hay personas que están detenidas injustamente que son civiles, yo creo que el Ejército o la Policía debe hacer sus investigaciones y dejar a esta gente en libertad que tal vez no tiene que ver”, dijo Gadea, quien expuso que “cuando se dan estas situaciones el ambiente se pone tenso”. Gadea manifestó que él no podía hablar demasiado porque el tema era “muy delicado”. El Partido Liberal Independiente (PLI) emitió un comunicado en el que manifiesta que los hechos en Pantasma reafirman que mientras el régimen orteguista no cumpla en todos sus términos con lo prometido en Esquipulas II en materia de democracia, respeto a los derechos humanos y elecciones libres y competitivas, se continuarán viviendo hechos sangrientos.
“No estamos en guerra para que se den hechos de esta naturaleza. Nada justifica el exterminio de compatriotas. Estas muertes reclaman una investigación inmediata y exhaustiva para alcanzar a los responsables y que este crimen no quede como otros, en la impunidad. Si existen grupos armados por razones políticas los ciudadanos debemos saberlo; si son hechos de delincuencia común, también. El Gobierno debe aclarar, no ser juez y ejecutor. La nación así lo exige y la Iglesia católica lo ha demandado con justa razón”, reza el comunicado.
Asimismo, consideran que después del estallido los supuestos militares del Ejército capturaron, ataron y torturaron al pequeño productor y brigadista de salud, Modesto Duarte Altamirano, de 62 años, a quien luego habrían “ejecutado” de dos disparos.
“A él (Duarte) lo agarran vivo, ahí está el madero donde lo tuvieron amarrado”, comentó Marlon José Rivera López, apuntando hacia un árbol de limón cercano al sitio donde explotó la mochila bomba; mientras Neftalí Duarte Peralta, hijo del productor, interrumpe indicando: “A mi papá lo culatearon toda la noche”.
FRACTURAS, GOLPES Y ESTOCADAS EN CADÁVER
Ellos coinciden con Beneranda Peralta Rodríguez, esposa del productor, quien apunta que el cadáver de su esposo tenía quebrados un brazo y una pierna, además de múltiples golpes en diferentes partes “y tenía estocadas como un cuchillo además de los tiros”.
El pequeño productor fue sepultado este jueves en el cementerio de la Quebrada del Hule en la vecina comunidad de El Corozal.
De acuerdo con la gente de El Portal, cerca de las 5:00 p.m. del martes dos hombres llegaron en una moto para entregar una mochila a cuatro presuntos integrantes de una agrupación alzada en armas contra el gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega, quienes estaban en una loma cercana a la casa de Duarte.
A uno de los hombres que llevaba la mochila “le dicen ‘Café Negro’, es un negro, alto”, sostuvo Duarte Peralta, mientras que Rivera López explicó que “al explotar esa mochila, dos ‘comandos’ mueren instantáneamente, les decimos ‘comandos’ porque son Contras que no están con el Gobierno”.
La Policía de Jinotega mostró ayer armas, ropa y marihuana que supuestamente eran de los armados que murieron en el bombazo.
LA PRENSA/ SARA RUIZ
ARTEFACTO FUE ACTIVADOA CONTROL REMOTO
Presuntamente, el artefacto fue activado a través de un control remoto incorporado en la gorra que usaba uno de los hombres que llevó la mochila “y esa gorra tenía unos alambres como antenas y tenía un chip”, dice José Efraín Duarte, sobrino del productor asesinado.
Simultáneamente a la entrega de la mochila, soldados del Ejército incursionaron a la zona en vehículos tipo ambulancia. Tras el estallido, Duarte y su hijo, Jaider, así como su nieto Eliécer Duarte, estaban en la casa y subieron la loma al escuchar los gritos de hombres pidiendo auxilio. Los supuestos miembros del Ejército los atacaron a balazos, según dijeron a LA PRENSA los dos jóvenes sobrevivientes.
“Hubo el bombazo, trepamos y llegaron otros armados, eran militares y me pegaron un balazo a mí”, relató Jaider la tarde de este jueves cuando con custodia policial y esposado era llevado caminando del Hospital Victoria Motta hacia la unidad departamental de la Policía en Jinotega.
Él estuvo internado en ese centro asistencial donde además era presionado por policías que le insistían en que era parte de los armados que estaban en El Portal. El muchacho admite que uno de esos armados era su tío Nicolás Peralta, de quien dice “no sé si moriría o estará vivo”.
Los pobladores de El Portal hasta ahora desconocen la identidad de los insurgentes muertos porque los cuerpos en pedazos fueron levantados por la Policía. En el lugar creen que fallecieron dos, pero este jueves, a unos 250 metros del lugar de la explosión, fue encontrado un pie enredado entre matorrales cercanos a una plantación de frijoles. “Parece que serían tres muertos”, dijo un campesino tras el hallazgo.
EJÉRCITO NIEGA PRESENCIA MILITAR EN LA ZONA
Por su parte, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, denunció que una versión preliminar de las indagaciones en el terreno realizadas por un equipo de ese organismo, apunta que “prácticamente a don Modesto Duarte lo ejecutan sumariamente fuerzas del Ejército”. El Cenidh ofrecerá hoy avances de esa investigación.
Núñez indicó que de acuerdo con las declaraciones proporcionadas por los familiares de Duarte, a este “lo captura el Ejército, lo amarra de un árbol y allí lo asesina”.
El vocero del Ejército, coronel Manuel Guevara, reiteró a LA PRENSA, la versión ofrecida el miércoles de que no mantienen fuerzas en esa zona.
Al consultarle sobre los señalamientos del Cenidh de acuerdo con sus investigaciones, el vocero castrense señaló: “Nosotros tuvimos conocimiento de que en esos sectores se dio ese hecho. Y que la Policía está siguiendo un proceso de investigación. Nosotros en ese sector no hemos tenido presencia de personal militar”.
POLICÍA LOS CALIFICA DE DELINCUENTES
Mientras tanto, el comisionado mayor Marvin Castro, jefe policial de Jinotega, negó la participación del Ejército en el bombazo y adjudicó la situación al enfrentamiento de dos grupos delictivos de la zona.
Afirmó que en El Portal se encontraron cuerpos cercenados de Modesto Duarte Altamirano y Víctor Manuel Cruz Lira, alias “El Sereno”, a quien Castro se refirió como el autor de varios delitos, y un tercero que hasta el momento no se ha logrado identificar.
“Al hacer el levantamiento de la escena del crimen se encontraron que dos de los cuerpos estaban vestidos de ropa pinta, como los que ocupa el Ejército de Nicaragua, tres fusiles AK, una escopeta, un fusil calibre 22, una pistola Macarov, 15 magazines de fusiles, tres equipos de arneses, tres mochilas, pantalones y camisas verde olivo”, explicó el comisionado mayor Castro y agregó que al revisar las mochilas se encontraron bolsas de marihuana, una de ellas pesaba 411.7 gramos, la segunda 363.7 gramos y la última 420.4 gramos.
CPDH: “ACTO TERRORISTA”
Asimismo, el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, calificó el hecho de “acto terrorista”, por lo que coincidió con Núñez en que la Policía debe profundizar en las investigaciones y poner a los responsables ante un juez.
Carmona señaló que “ya es hora que el Gobierno reconozca que aquí hay bandas armadas levantadas contra este Gobierno”.
OBISPO INSTA A DENUNCIAR
Otras de las voces que se sumó al rechazo de lo que ocurrió en El Portal es monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega. “Asesinatos encubiertos deben investigarse y denunciarse. Ese fue un acto de terror. Es una barbaridad que aún siga sucediendo esto”, expresó vía telefónica monseñor Herrera, quien en meses anteriores había denunciado la presencia de grupos armados.
El guía espiritual manifestó que el acto de terror ha causado miedo y consternación en Jinotega; sin embargo, exhortó a la comunidad donde se dio el hecho a denunciar el mismo.
“En la zona hay mucha zozobra, es muy complicado y la verdad todo hace indicar que fue un crimen muy bien planificado”, añadió. Por otro lado, el guía espiritual refirió que llamará a los católicos a realizar jornadas de oración por la paz y la tolerancia.
(Colaboración de Sara Ruiz, Ilich Buitrago y Emiliano Chamorro).
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