En la lucha constante por adivinar qué nos depara el futuro de la economía, el precio del cobre ha sido siempre un aliado útil.
Se dice que es un buen indicador de cómo le va a ir a la economía en su conjunto, pues es un material usado para toda clase de procesos industriales, desde la construcción de vivienda hasta la manufactura de los aparatos tecnológicos más sofisticados.
Y es por eso que las noticias que llegan sobre la cotización del mineral son malas para la economía global, además de ser preocupantes para Chile, el mayor productor del cobre en el mundo.
El precio internacional del cobre se fija en La Bolsa de Metales de Londres, un edificio moderno incrustado en el corazón medieval de la ciudad.
Docenas de traders que representan a enormes conglomerados financieros se reúnen diariamente para llevar a cabo ruedas de negociación que fijan el precio global de los 19,8 millones de toneladas de cobre que se producen al año en el mundo.
Este miércoles, las noticias que provenían de la City londinense fueron particularmente deprimentes: el precio del cobre cerró a su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008.
Pese a una leve recuperación este jueves, las tendencias apuntan a nuevas bajas en los próximos días.
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De bonanza a crisis
Hace apenas un par de años, el precio del cobre había llegado a niveles tan altos que en muchos países del mundo se robaban los cables de teléfono para revenderlos en un mercado negro calculado a nivel global en US$1.000 millones, según reporta el diario británico The Guardian.
China crecía a un ritmo aparentemente imparable y se convertía en el principal comprador de cobre en el mundo, comiéndose el 40% de la oferta global del mineral para alimentar sus necesidades de infraestructura.
En los momentos de mayor auge el precio del cobre llegó a superar los US$4 la libra (1 libra = 0,45kg), comparado con el nuevo equilibrio al que ha llegado a comienzos de 2015, alrededor de los US$2,50.
La desaceleración de la economía del gigante asiático conlleva a que las expectativas para el mercado de ese mineral no sean muy alentadoras en el corto plazo.
Así lo cree Michael Seery, consultor basado en Chicago y experto en el comercio de materias primas.
“Es casi como lo que está ocurriendo con el petróleo. Cuando los precios estaban tan altos, todos empezaron a producir. Ahora tenemos un exceso de producción y no hay demanda”, le indica el experto a BBC Mundo.
Seery estima que la tendencia se mantendrá en ese sentido. “El precio podría caer aún más, a un nivel de alrededor de US$2 la libra en el próximo par de meses”, advierte.
Chile lo sentirá
El golpe de la caída en los precios del cobre se sentirá con particular fuerza en Chile.
Pese a la gran transformación y modernización de la economía chilena en las últimas cuatro décadas, el cobre sigue siendo un elemento crucial en su mercado y compone cerca del 52% de sus exportaciones.
El país es el mayor productor mundial del cobre, y extrae cada año más de 5,7 millones de toneladas del mineral.
El precio del cobre bajó el miércoles a US$2,5524 la libra, para recuperarse parcialmente el jueves, a US$2,5941.
Según la Sociedad Nacional de Minería de Chile (Sonami) por cada centavo de dólar promedio anual que cae el precio del cobre, Chile pierde cerca de US$128 millones por concepto de exportaciones.
Además, la empresa estatal Codelco, un gigante de la minería mundial, es un crucial financiador del gasto público en Chile.
La misma Sonami estima que cada centavo de baja en el precio internacional del cobre hace que el fisco chileno deje de recibir cerca de US$60 millones por los menores ingresos de Codelco y la caída en impuestos cobrados a las mineras privadas.
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Alianza del Pacífico
Pero la caída en el precio también se sentirá en Perú, que ha venido experimentado un importante auge minero en el que cobre era su segundo mayor producto de exportación.
La economía peruana se había convertido en el tercer productor de cobre a nivel mundial.
Y esas dos naciones del Pacífico sudamericano son pioneras a nivel regional en esforzarse por obtener mercados distintos a los tradicionales en Estados Unidos.
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Tanto Chile como Perú habían conseguido redirigir gran parte de sus exportaciones a China, convertido en su principal socio comercial. Lo que ayuda a explicar por qué sus economías crecieron de manera tan dinámica en la última década cuando China parecía imparable.
Ahora, sin embargo, es Estados Unidos el que se recupera mientras que el mercado asiático flaquea.
Y a medida que cae el precio del cobre, aumentan los temores por el empeoramiento de la situación económica global.