(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está alentando a sus 24 millones de seguidores en Twitter a ignorar encuestas precisas.
Este lunes publicó, erróneamente, que “cualquier encuesta negativa es noticia falsa, como las de CNN, ABC, NBC en la elección”.
Por su naturaleza, los sondeos profesionales son científicos, no políticos. Las encuestas realizadas por cadenas de televisión durante la elección no fueron “noticias falsas”. De hecho, la mayoría de sondeos no estuvieron muy lejos de la realidad. Las encuestas, correctamente, mostraron que Hillary Clinton ganaría la votación popular por un margen relativamente pequeño.
Pero eso es pasado. El mensaje de Trump en Twitter dijo más sobre el futuro: llevó su negación de larga data a una conclusión ilógica e invitó a sus partidarios a descartar datos desagradables.
Específicamente, Trump se opuso a las encuestas que se mostraron contrarias a la prohibición inmigratoria temporal de su gobierno para viajeros originarios de siete países de mayoría musulmana.
“Lo siento”, escribió, “la gente quiere seguridad fronteriza y escrutinios extremos”.
Si por “la gente” el presidente se refiere únicamente a los estadounidenses que votaron por él, entonces eso es cierto. Sin embargo, los habitantes de ese país en general están divididos sobre la medida de prohibición y algunas otras decisiones de seguridad.
El mensaje de Trump en Twitter parece estar motivado por un segmento que transmitió este lunes en la mañana el programa “New Day”, de CNN. (Frecuentemente, el presidente mira las noticias de cable en la mañana).
A las 6:31 de la mañana, tiempo del Este, el director político de CNN David Chalian mostró los resultados de la última encuesta realizada por CNN y ORC. Empezó con el dato de un 44% de aprobación frente a un 53% de desaprobación sobre el desempeño de Trump en el cargo.
Después Chalian anunció: “¿Qué hay de la política de prohibición inmigratoria? ¿Cómo está reaccionando el país a esa medida? Un mayoría se opone, una mayoría delgada. El 53% de los estadounidenses están en contra de la medida y un 47% a favor”.
La encuesta es una muestra científica de la población estadounidense en general.
La publicación de Trump en Twitter provocó críticas extendidas en la mañana del lunes. “Este es un comportamiento estrafalario. Algo no está bien”, respondió Joaquin Castro, congresista demócrata por Texas.
Otro fuerte crítico del presidente, el activista Deray McKesson, tuiteó: “Noticias negativas = noticias falsas: es el principio de la tiranía”.
Este lunes también se conoció que uno de los amigos del presidente, Chris Ruddy – director ejecutivo de Newsmax–, fue citado por el diario The New York Times con la siguiente declaración: “Creo que, en su mente, el éxito de esto estará en las cifras de las encuestas”.
A lo largo de su vida adulta, Trump se ha preocupado profundamente por las diferentes medidas de su popularidad, incluyendo apariciones en portadas de revista, índices de audiencia y multitudinarias reuniones.
Aún así, está empezando una presidencia que tiene niveles de desaprobación históricos y una generalizada oposición a algunas de sus políticas administrativas.
Es por eso que algunos observadores esperaban que Trump intentara desacreditar los índices de desaprobación en las encuestas.
Durante la carrera electoral, Trump se jactó de las encuestas que eran favorables para él, a veces incluso leyendo los datos en voz alta durante las concentraciones. Pero cuando las encuestas se volvieron desfavorables, sin fundamentos afirmó que se trataba de “encuestas torcidas”.
A mediados de enero, poco antes de asumir el cargo, el presidente reanudó su rechazo a las encuestas.
“Las mismas personas que hicieron las encuestas falsas durante la elección, y estaban tan equivocadas, son las que ahora producen los sondeos de aprobación. Y están tan amañadas como antes”, escribió Trump.
Pero las encuestas no están amañadas. Aunque ciertamente pueden ser imprecisas, hacer sondeos es una ciencia y los expertos trabajan muy duro para reflejar las visiones del país con la mayor precisión posible.
Algunas encuestas previas a las elecciones se alejaron de los resultados finales, especialmente en los estados indecisos, por razones que están siendo estudiadas por los expertos. Estos sondeos estatales llevaron a que muchos analistas anticiparan la victoria de Clinton en la noche de los comicios. Sin embargo, las encuestas nacionales fueron en general acertadas.
“Las encuestas en las que Clinton ganó el voto popular fueron precisas”, escribió el periodista de CNN Jake Tapper este lunes en respuesta a Trump.
Durante la sesión informativa del pasado viernes en la Casa Blanca, al secretario de Prensa Sean Spicer se le preguntó sobre los bajos niveles de aprobación del presidente. El funcionario respondió con una encuesta de Ramussen que muestra un mejor panorama.
“Creo que también está una encuesta de Ramussen que registró un 51% de aprobación”, señaló Spicer.
De hecho, ese sondeo mostró que Trump tiene un 54% de aprobación, pero los números no pueden ser comparados de manera exacta con las cifras de otras encuestas. ¿Por qué? Porque Ramussen encuestó a un subconjunto de personas definidas como “probables votantes” en las elecciones. Mientras que la mayoría de los sondeos de aprobación buscan una muestra de todos los adultos, no sólo de los “votantes probables”, con el fin de conocer las opiniones de la población entera.
El viernes, Spicer no criticó los datos de las encuestas ni se refirió a ellos como “noticias falsas”, sino que predijo una mejoría en los números.
“El presidente entiende que esto es una maratón y no una carrera de velocidad”, aseguró el funcionario. “Y mientras él continúa devolviéndoles el trabajo a las personas y protegiendo a este país, creo que los números de las encuestas se comportarán de acuerdo a eso”.
Y al tildar de “noticias falsas” a las encuestas, Trump parece estar contradiciendo a su secretario de Prensa, de nuevo.