Con el argumento que se encuentran en el umbral de una guerra civil, generales venezolanos emitieron órdenes para el uso de francotiradores contra manifestantes, según una grabación tomada en secreto de una reunión realizada hace tres semanas en una base militar de Barquisimeto, en el noroeste de Venezuela.
En la grabación, obtenida por una fuente en Washington que en el pasado ha suministrado a el Nuevo Herald informes de inteligencia creíbles sobre Venezuela, también se escucha a los generales discutiendo la legalidad y los riesgos del uso de francotiradores para contener las masivas manifestaciones que se dan a diario contra el gobernante Nicolás Maduro.
El contenido de la grabación contradice las declaraciones del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien aseguró que las fuerzas armadas no están utilizando armas letales contra los manifestantes.
La reunión militar realizada en la última semana de abril fue presidida por el General de División José Rafael Torrealba Pérez, Comandante de la Zona Operacional de Defensa Integral de Lara (ZODI-Lara), que está a cargo de la seguridad de un sector que incluye múltiples municipios de los estados Lara y Falcón.
La discusión que tomó lugar allí obtiene especial relevancia en medio de informes de prensa locales de que al menos cuatro manifestantes han muerto por heridas de bala en las últimas 24 horas, lo cual eleva el saldo de víctimas a 42 muertos y más de 700 heridos en el marco de los intentos del apertrechado régimen socialista por contener el creciente descontento social.
“Váyanse preparando con esos efectivos militares que pudieran hacer las veces de francotiradores comenzando por eso, pues con eso, con examen psicotécnico y psicológico” para garantizar que los comandantes de operaciones tengan total control sobre ellos y así evitar el riesgo de excesos, ordenó Torrealba en la reunión al alto mando de la ZODI, compuesto por generales del ejército, la aviación y la guardia nacional.
“Va a llegar el momento, el momento donde vamos a tener que emplearlos [a los francotiradores] y quiero que estemos preparados, porque el Presidente no se va a quedar nada más en una fase verde [de preparación] señores”, dijo Torrealba en una probable referencia a la activación del Plan Zamora, un plan militar diseñado ante un inminente ataque a la nación. “Ya él firmó una banda de operaciones y [tal como] yo dije aquí con el comandante Reyes […] pudiéramos estar al comienzo de una guerra subversiva urbana”.
La voz de Torrealba que aparece en la grabación coincide con la que aparece en los discursos que él ha pronunciado en eventos públicos que están disponibles en Youtube.
Entre los oficiales presentes en la reunión se encontraban el General de Brigada de la Guardia Nacional, Hernán Enrique Homez Machado; el General de Brigada de la Fuerza Aérea, Carlos Enrique Quijada Rojas; el General de Brigada del Ejército, Dilio Rafael Rodríguez Díaz; el General de Brigada del Ejército, Joel Vicente Canelón y el General de Brigada del Ejército Iván Darío Lara Lander, informó la fuerte que entregó la grabación a el Nuevo Herald.
VOCES DE PREOCUPACIÓN
Pero no todos los presentes en la grabación parecían estar muy contentos con las instrucciones que estaban recibiendo.
“Mi general, mi general, pero realmente, y aquí con el mayor respeto, mi General de División, si nosotros seguimos manejando el tema de los francotiradores, aquí vamos a salir presos todos”, dijo uno de los oficiales presentes en el encuentro, cuya voz no pudo ser verificada por el Nuevo Herald.
“Aquí, hacer el trabajo es distinto a nombrar […] No se debe emplear un francotirador o tirador experto que vaya ahí, porque la foto de ese hombre detrás ese fusil en la guerra mediática, va a matar”, agregó el general no identificado.
Previamente en la conversación, otro de los oficiales presentes argumentaba sobre la inconveniencia de que las instrucciones de utilizar francotiradores fuesen emitidas por escrito.
“Mi General, permiso, además de lo que usted dice, legalmente, ni usted puede describirlo de que le ordene a la brigada que tengan un hombre con armas de fuego atrás en la retaguardia porque eso es anticonstitucional […]. Si es necesario neutralizar, no es necesario escribirlo”, manifestó el general, cuya identidad tampoco pudo ser confirmada.
Ese mismo oficial argumentó en contra del uso de francotiradores detrás del bloque de agentes antimotines, porque la foto de ese hombre podría ser tomada, y que luego los lideres de los manifestantes “teniendo sus propios francotiradores” podría salir a matar selectivamente a personas para luego atribuir los muertos a las Fuerzas Armadas.
“Ese fusil en la escena, con esa foto, va a ser responsable en cuanto muerto mal matado salga por ahí”, manifestó el mismo oficial.
“No estoy diciendo que no se haga el trabajo pero no se maneja de que un radiograma como lo está pidiendo mi General y legalmente como comandante de brigada me lo coordina rapidito para que le llegue como corresponde, eso no se debe. El orden público es con elementos no letales y así debe escribirse y así debe actuarse de manera visible, si hay otras medidas mi general las evaluamos posteriormente”, manifestó.
Pero a Torrealba no parecía importarle mucho el impacto en la opinión pública, y aún cuando concedió que no pensaba utilizar a los francotiradores de inmediato, reconociendo que su uso sería inconstitucional, reiteró sus órdenes para ir preparándolos, comenzando con la realización de los exámenes psicológicos y psicotécnicos.
Torrealba luego pasó a explicar que los manifestantes se irán quedando en sus casas una vez que los cadáveres comiencen a aparecer en las calles.
“El pueblo en lo que vea, sea de cual sea el pueblo, de oposición o revolucionario, en lo que comiencen a ver muertos, porque hay muertos y aparecen muertos, todo el mundo se queda en sus casas señores”, manifestó Torrealba.
‘EL COMIENZO DE UNA GUERRA’
Los otros generales no expresaron públicamente sus reservas sobre la decisión, y uno de ellos ofreció brindar cursos de entrenamiento certificado para francotiradores.
Otro de los oficiales reiteró que tristemente había llegado el momento de tomar las armas contra las fuerzas que pretendían poner fin a la revolución.
“Aquí van a seguir hasta que se justifique la intervención [extranjera] porque hay un tema de energía. Hay muchos, entonces no nos caigamos a coba [mentiras], nosotros vamos a pasar. Lamentablemente, nos tocó a nuestra generación vivir este conflicto y tenemos que asumirlo a la altura de lo que nos está exigiendo nuestro país. Esto es el comienzo señores de una guerra, lamentablemente”.
El Ministro de Defensa, sin embargo, declaró públicamente el miércoles que las fuerzas del orden están siendo muy cuidadosas en preservar las vidas de los manifestantes.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana “sale a la calle con instrumentos estandarizados por la Organización de Naciones Unidas para atender la contención y la restitución del orden público”, manifestó Padrino López al anunciar la activación de la segunda fase del Plan Zamora en Táchira, para reprimir las manifestaciones en ese estado fronterizo.
“No usamos armas de fuego letales, no hay fusiles, no hay pistolas ni ametralladoras, y además el presidente Nicolás Maduro con su visión de hombre de Estado y como Presidente, ha ordenado retirar incluso un arma que se usa para la restitución del orden público que son las escopetas con munición de plástico”, aseguró.
Aun se desconoce si los manifestantes que murieron por efecto de las balas el lunes y el martes cayeron víctimas de francotiradores de las fuerzas armadas o si fueron asesinados por los grupos paramilitares vinculados al chavismo conocidos en Venezuela.
No obstante, un número creciente de voces han estado responsabilizando al régimen bolivariano por los efectos de la creciente ola de violencia que se ha apoderado del país.
“La Guardia Nacional Bolivariana y su jefe, mayor general Benavides Torres, son directamente responsables de la represión que ha asesinado, privado de la libertad y torturado. La represión brutal muestra a la Guardia Nacional como autor material de la violación de derechos a la vida, libertad y garantía del debido proceso”, manifestó el martes en un video el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
“Detrás de cada detenido, de cada preso político, de cada torturado y de cada muerto, hay un responsable institucional. El ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, y el mayor general Benavides Torres, tienen el mandato de dos instituciones encargadas de ejecutar la fuerza en Venezuela”, resaltó Almagro.
En Miami, el Coronel retirado de la Guardia Nacional venezolana, Antonio Semprun, dijo que la violencia en Venezuela sobrepasa todo lo que el país había visto antes, en medio de los intentos del régimen socialista por mantener a Maduro en el poder.
“Todas las acciones que están llevando a cabo tienen la intención de sembrar miedo. El terror como política de Estado”, enfatizó.
Agregó que los agentes del orden implicados en la represión están cometiendo crímenes de lesa humanidad, y advirtió que ellos no podrán posteriormente escudarse detrás del argumento de que solo seguían órdenes.
“El personal subalterno tiene que tener claro algo, no van a poder escudarse detrás del cumplimento de órdenes cuando aquí ocurra lo que va a ocurrir, que es la caída de la dictadura”, manifestó Semprun en una entrevista con el Nuevo Herald.
“La dictadura solo está sostenida por una cúpula militar corrupta que no tiene un lugar en el mundo donde ir”, dijo el coronel agregando que los agentes del orden usando fuerza letal contra los manifestantes podrían terminar luego viéndose en los mismos zapatos de sus superiores.