El nombre de Rocco Morabito ocupa desde ayer innumerables páginas de diarios y portales del mundo, luego de haber sido detenido el sábado en un hotel de Montevideo. Y no es para menos: se trata de uno de los diez delincuentes más buscados del mundo, al que algunos medios llaman “el rey de la cocaína”.
Desde hace 23 años se mantenía prófugo de la justicia internacional, y bajo la identidad falsa de Francisco Antonio Capeletto Souza, estaba desde hace 13 años en Uruguay.
Pero en Maldonado, donde vivía con su hija quinceañera y su mujer angoleña, nadie sospechaba quién era. Y así logró mezclarse entre la sociedad puntaesteña, manteniendo por lo general un perfil bajo.
Pero tras una fachada de empresario exitoso y padre de familia, mantenía una doble vida. La Policía le incautó una pistola Glock 9 milímetros, 13 teléfonos móviles, numerosos chips de celulares, doce tarjetas de crédito y débito, cuatro chequeras en dólares diferidos, US$ 54.250 en efectivo, una libreta conteniendo acciones al portador por US$ 100 mil, dos vehículos y 150 fotos carné con diferente ropa y tonalidad de piel, como así también documentación de variada índole.
Según supo El País, Morabito y el conocido capo narco mexicano Gerardo González Valencia tenían cosas en común. No solo vivían en el mismo barrio, a pocas cuadras de distancia, también compartían el mismo hombre de confianza.
En efecto, un hombre residente en la zona oeste del departamento de Maldonado ofició de ayudante a González Valencia y también al mafioso italiano, cuya defensa asumieron los abogados Víctor Della Valle y Alejandro Balbi.
Della Valle indicó ayer El País que Morabito se encontraba viviendo en el hotel porque hacía poco se había separado de su mujer. Según el Ministerio del Interior, llevaba un día alquilando la habitación.
Narco mexicano.
Morabito conoció a González Valencia una vez que este se afincó en la casa “Quincho Grande” del barrio Parque del Golf de Punta del Este. El uruguayo, que ha-cía tareas para el mexicano, fue detenido cuando este fue aprehendido. Según su testimonio, conoció al mexicano por interpósitas personas y frecuentó la casa “Quincho Grande” una vez que la relación entre ambos avanzó. El hombre le planteó una serie de negocios al capo narco, pero su relación se limitó a la compra de moneda extranjera con dinero del mexicano en un cambio de Piriápolis. También le guardó dinero en numerosas ocasiones.
Se desconoce si el mafioso italiano y el mexicano se conocían. También si uno y otro conocían sus identidades reales y la actividad ilícita de la que fueron protagonistas. La llamativa coincidencia es tomada en cuenta por los investigadores.
“Una vez es coincidencia, otra vez es acción enemiga”, razonó un investigador policial consultado por El País.
Estanciero.
Morabito vendió hace cuatro meses un campo de unas 600 hectáreas sobre el “Camino a la Calera”, ubicado entre la ruta 9 y Laguna del Sauce. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Interpol Uruguay, se dedicaba al arrendamiento de campos para producción, no tenía un ingreso fijo y la venta del establecimiento rural le generó un buen monto en dólares que le permitía subsistir. El predio, dedicado a la producción ovina y a la cosecha de soja, había sido adquirido años atrás por el italiano a una familia de Pan de Azúcar.
Con el correr del tiempo, el campo se convirtió no solo en su lugar de trabajo sino también en el lugar donde recibió a muchos amigos, algunos de ellos empresarios y deportistas.
El campo fue finalmente vendido a unos compradores extranjeros, presumiblemente estadounidenses. La operación fue al contado y por una suma elevada, según trascendió en el ámbito inmobiliario del lugar.
Casa “fantasma”.
Morabito se mudó hace unos tres meses al chalet “Salve” —de la calle Curupay esquina Platón— junto a su esposa y la hija de ambos. Se desconoce el paradero anterior, aunque no se descarta que hayan residido en el campo que el italiano adquirió años atrás al norte de Laguna del Sauce. La casa tiene una superficie de 587 metros cuadrados y un terreno de 2.161 metros cuadrados. Es propiedad de una pareja de uruguayos que la compró para obtener una renta.
Estuvo ocupada durante 2016 por una familia de chilenos que, de forma abrupta, la devolvió argumentando que “cosas raras” ocurren en ella. Casi veinte años atrás, una joven mujer se suicidó en la casa. Desde entonces, vecinos y quienes ocuparon la vivienda aseguran que las luces se prenden y apagan solas, además de sentirse ruidos de todo tipo.
PERFIL.
La fiesta de 15 en el local “Boca Chica”.
La hija de Morabito festejó el 7 de febrero sus 15 años en el conocido reducto portuario de “Boca Chica” (su cumpleaños fue el día anterior). Al convite no solo concurrieron los amigos de la adolescente, sino también los padres de los mismos y algunos empresarios de la zona.
El festejo incluyó a los compañeros de clase de un conocido centro educativo privado del barrio Pinares de Maldonado. El año llegó con novedades en materia educativa y el padre de la joven, hoy procesado y puesto a disposición de las autoridades italianas, acordó con su esposa que su hija continuara estudiando en el nuevo colegio internacional del balneario. El italiano se negó a pagar al contado la anualidad. Por el contrario, como el alquiler, quería abonar a mes vencido.
La casa sigue siendo ocupada por la esposa y la hija del capo siciliano. Así se lo hizo saber la mujer a los propietarios de la finca.
Morabito mantuvo bajo perfil hasta hace poco tiempo. Quizás confiado en que nada le había sucedido en casi 20 años, el mafioso comenzó a hacerse conocer en diversos ámbitos de la zona.
También hubo cambios importantes en su vida: aumentó visiblemente de peso (además se ve bastante más envejecido que en fotos de hace pocos años), vendió la estancia fernandina y se separó de su mujer.
Un narco disfrazado de mujer en Palermo.
Hace solamente 15 días, un periodista y experto en medios de comunicación de nombre Klaus Davi empapeló la ciudad de Palermo (Sicilia, Italia) con el rostro de Rocco Morabito disfrazado de mujer. La campaña la hizo junto a un publicista de nombre Pasquale Diaferia. El periodista, que tiene un canal de Youtube y ha hecho documentales de TV sobre Morabito, sostiene que es común que los capos de la mafia se disfracen para escapar.
Rocco Morabito fue integrante del Cartel Ndrangheta de la Mafia Calabresa. Los Morabito son uno de los clanes más antiguos e históricamente más poderosos de la Ndrangheta. Han estado activos en la hermandad criminal durante al menos un siglo y provienen de la empobrecida aldea de Africo, situada en las montañas de Aspromonte. Africo fue destruido en una serie de deslizamientos de tierra devastadores en 1951 y los habitantes deprimidos se vieron obligados a trasladarse a la llanura costera de Locride, a pocas millas de distancia, donde fundaron el pueblo de Nuova Africo. Los Morabito estaban entre las familias que hicieron el traslado.
El líder más importante de este clan de la mafia era Giuseppe Morabito, que heredó la posición de su padre en la década de 1950.
Producción: Marcelo Gallardo, José Luis Aguiar y Andrés López Reilly