Ganaron 22 veces, perdieron tres, les expulsaron a tres jugadores, recibieron 48 tarjetas amarillas, dispararon 361 veces al arco, 64 entraron.
Los dirigió Claudio Ranieri, un afamado técnico italiano durante un año, pero el Leicester City había esperado 132 años para festejar esta hazaña: coronarse campeón por primera vez de la Liga Premier.
La gesta fue conseguida este lunes y, para muchos, parece un milagro. Fue un título logrado con un puñado de jugadores que nadie quería y por un club en el que nadie –ni sus hinchas, ni sus rivales, ni el país entero– creía.
Leicester City
Consiguió por primera vez el título de la Liga Premier
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5,000-1 eran las probabilidades de que Leicester ganara al principio de la Liga
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2-2 fue el resultado del partido entre Chelsea y Tottenham que aseguró la victoria para Leicester
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Y fue a lo grande; el equipo que valía al principio de la temporada US$70 millones empató este domingo con el gigante Manchester United, que cotiza actualmente en US$450 millones.
El Tottenham Hotspur, su inmediato seguidor, fue incapaz de doblegar al Chelsea este lunes. El partido terminó empatado a dos goles y las matemáticas le dieron la razón a los de Leicester: tienen siete puntos de ventaja y quedan seis en disputa.
Ellos son los campeones.
Ahora, mirando cómo celebraban con locura en las calles de la plácida Leicester City, uno piensa que solo le falta la música de John Williams a este largometraje épico que protagonizaron el técnico italiano y la banda de hermanos azules durante más de un año.
Pero más allá de la epopeya, son los números de esta campaña los que asombran al mirar el alcance del título de Leicester City, una proeza, tal vez una de las más notables en la historia del fútbol reciente.
El baile de los que sobran
En los últimos años, el Leicester City se hizo a punta de jugadores que nadie quería.
Como cualquier equipo con el agua al cuello debido a los flojos resultados de las últimas temporadas y con poco presupuesto, apostó lo poco que tenía a buscar el talento que podía comprar.
Para eso, casi desde 2012, tuvo que aceptar en su plantilla a seis jugadores con agente libre: esto es, desempleados.
Christian Fuchs, el exportero del Chelsea Mark Schwarzer, el exlateral del Aston Villa Marc Albrighton así como Marcin Wasilewski llegaron al club sin costo por sus traspasos.
Mientras Andy King y Jeffrey Schlupp son producto de sus divisiones inferiores, por lo que no hubo tampoco que pagar por su incorporación al equipo.
Aún más, por sus máximas estrellas, el mediocampista Riyad Mahrez y el delantero Jamie Vardy, el club pagó cerca de US$2,1 millones por ambos.
Es, sin duda, el equipo más barato que ha ganado la liga más lucrativa del planeta.
El primer título para Ranieri
Cuando en julio de 2015 el italiano Claudio Ranieri fue presentado como el nuevo técnico del Leicester City, Gary Lineker, leyenda del club y de la selección inglesa, escribió en su cuenta de Twitter: “¿Claudio Ranieri?, ¿De verdad?”
Razones no le faltaban. A pesar de su extensa trayectoria con equipos importantes, sólo ganó una Copa del Rey con el Valencia de España en 1998 y, en su segunda etapa en Mestalla, una Supercopa de Europa. De resto, el italiano no acumulaba sino segundos puestos (Chelsea 2004, Mónaco 2015).
Poco más, ni siquiera como jugador –fue defensa- levantó un título en primera.
Aunque estuvo al frente de equipos de quilates como el Chelsea, Juventus, Valencia y el Inter de Milán, nunca pudo concretar un título como éste, como el de la Liga Premier.
Ahora sonríe quien tanto esperó. Y quien será el último en enterarse de la fiesta, pues cuando terminó el encuentro entre los Spurs y el Chelsea estaba en el vuelo de regreso, después de visitar a su madre de 92 años en Italia.
El levantamiento de los dioses
Para sobrevivir jugando fútbol, Jamie Vardy, el estelar delantero de los Zorros, tuvo que trabajar en una fábrica de férulas, esas vendas especiales que se usan para inmovilizar las manos.
Por él, por su ficha, el Leicester pagó cerca de US$1,4 millones en 2012, después de una asombrosa temporada en la tercera división inglesa con el Fleetwood Town.
Ahora, cuando celebra el título con una férula en su mano derecha y se convierte en el goleador de la Liga Premier con 22 anotaciones y en el ídolo irrompible de esta hinchada, el equipo que quiera llevárselo tendrá que pagar US$13 millones.
Pero no es el único con semejante ascenso: el mediocampista Riyad Mahrez, quien acaba de ser elegido el jugador del año, fue comprado a Le Havre AC (de la segunda división francesa) en US$700.000.
Con sus 13 goles y 11 asistencias, su valor se fue a los cielos: se habla de US$22 millones
El negocio que cambió para siempre: las apuestas
Creer. Apostar. Ilusionarse. Cobrar.
Con tres temporadas desastrosas y al borde del descenso en la 2014-2015, el Leicester inició la presente temporada con la ilusión de quedarse en la categoría.
No con adueñarse del título. Por eso la mayoría de las casas de apuestas británicas tenía, en aquel agosto de 2015, una probabilidad de 5.000 a 1 de que los Zorros ganaran la Liga Premier.
Algunos hinchas y otros incautos decidieron apostar. “Estaba ebrio y algo dentro de mí me dijo que esta temporada iba a estar bien. Así que decidí apostar cinco libras (US$7)”, le dijo a BBC Mundo Leigh Herbert, un hincha del Leicester City.
“Pero cuando me desperté al otro día, me dije que había sido un error. Pero ahora voy a cobrar US$30.000 por esto. Es surreal”, agregó.
Y los casos así abundan. Tanto, que las casas de apuestas deberán pagar cerca de US$14 millones a esas personas que creyeron lo imposible.
“Vamos a perder una pequeña fortuna con el título del Leicester. 5.000 a 1 es el mayor precio pagado en la historia de las apuestas”, explicó en días previos el vocero de la casa de apuestas William Hill, Joe Crilly.
Niño rico, niño pobre
No es el triunfo de David y de Goliat. Es EL triunfo de David sobre Goliat.
Desde que se creó la Liga Premier en 1992 solo cinco equipos se habían quedado con los títulos.
A excepción de una memorable temporada del Blackburn Rovers en 1995 –que no en vano tenía jugadores como Alan Shearer, el máximo goleador en la historia de la competición–, la liga inglesa se la habían repartido entre el Arsenal, el Manchester United, el Manchester City y el Chelsea.
Y para tener la dimensión de la brecha entre grandes y chicos, basta comparar nóminas actuales. De acuerdo al portal Transfer Market la de los Zorros costaba al inicio de la temporada US$70 millones.
El Manchester United (13 veces campeón): US$450 millones.
Chelsea (4 veces campeón): US$541 millones.
Arsenal (3 veces campeón): US$481 millones.
Manchester City (2 veces campeón): US$548 millones.
De nuevo, las cifras ahogan las palabras: casi seis o siete veces lo que cotiza el flamante campeón del centro de Reino Unido.
Solo los maniquíes tienen camisetas
Hace un mes, la tienda de mercaderías que está ubicada dentro del estadio King Power, donde juega de local el Leicester City, anunció que se había quedado sin stock de camisetas del equipo.
“Solo nos quedan las que tienen los maniquíes en las vitrinas“, le dijeron a un medio local.
Desde Tailandia, sede del principal patrocinador del equipo –el gigante de las tiendas Duty Free de los aeropuertos, King Power–, también anunciaron que el fenómeno los había dejado sin camisetas para celebrar.
Y por esa razón ya algunas personas comenzaron a subastar por internet lo que ahora son consideradas “joyas”, especialmente por su escasez: camisetas de esta temporada histórica.
Algunos, como el usuario de eBay jahayr6, venden sus camisetas firmadas por el delantero estrella Jamie Vardy en US$1.400. Otros se acercan a los US$500.
Aunque Puma, quien produce las camisetas del club, no respondió sobre este tema cuando fue consultada por BBC Mundo, sí informó sobre un nuevo suministro de equipamiento a las tiendas del club.
Pero eso parece que podría cambiar cuando sea lanzada este 7 de mayo la nueva camiseta… y el sueño de los Zorros ahora sea la Liga de Campeones.
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