El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó el domingo por la tarde a Cuba en el marco de una histórica visita para recomponer las relaciones congeladas entre ambos países tras casi sesenta años.
El Air Force One, el avión presidencial estadounidense donde Obama viajó acompañado de su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su suegra Marian Robinson, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de La Habana sobre las 16.29 hora local (20.29 GMT).
Obama fue recibido por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, miembros de la Cancillería de la isla y funcionarios de la Embajada de Estados Unidos.
La lluvia acompañó la llegada de Obama y su familia a la isla, por lo que tuvieron que bajar las escalerillas del avión con paraguas negros.
A pocos minutos de aterrizar, un mensaje aparació en la cuenta de Twitter del presidente Barack Obama dirigiéndose a los ciudadanos cubanos con un “¿Qué bolá Cuba?”, una expresión coloquial cubana para preguntar “¿Cómo está Cuba?“
Y continuó: “Acabo de aterrizar y espero reunirme y escuchar a la gente cubana de forma directa”.
Más tarde, cuando dirigió unas palabras a los empleados de la Embajada de EE.UU., Obama describió esta visita como una oportunidad histórica para conocer al pueblo cubano.
Y agregó que espera que para las futuras generaciones estas visitas sean algo natural.
Obama y su familia pasearon hoy por la La Habana Vieja, el casco histórico de la ciudad y visitaron la Catedral donde fueron recibidos por el arzobispo Jaime Ortega, quien facilitó los contactos secretos entre EE.UU. y Cuba en 2014.
Agenda
El mandatario tiene previsto reunirse este lunes con el presidente cubano, Raúl Castro, pero no así con el líder revolucionario, Fidel Castro.
El gobierno cubano ha dicho que está dispuesto a discutir todos los temas durante su visita histórica, hasta aquellos relacionados a los derechos humanos y la democracia.
Sin embargo, Josefina Vidal, funcionaria de la Cancillería cubana dijo que tales cuestiones no serían objeto de negociación.
Obama también tiene previsto escuchar a disidentes al régimen castrista, brindar un discurso, pasear por La Habana Vieja y disfrutar de un partido de béisbol, una pasión compartida por ambos países.
“Es difícil exagerar sobre la importancia de este viaje, cuando hasta hace solo 18 meses, la idea de que un presidente de Estados Unidos pusiera un pie en suelo cubano era impensado”, analizó el editor de América del Norte de la BBC, Jon Sopel.
Obama y Castro se comprometieron en diciembre del 2014 a poner fin a un distanciamiento que comenzó en 1959 cuando rebeldes liderados por Fidel Castro tomaron el poder.
“Nosotros queremos hacer el proceso de normalización irreversible”, dijo en la semana el asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Ben Rhodes, en Washington.
Sanciones económicas
Sin embargo, esta visita no marca una normalización total de las relaciones entre ambos países.
El embargo económico de Estados Unidos a Cuba que lleva 54 años sigue vigente y sólo puede ser levantado por el voto en el Congreso.
Mientras tanto, Cuba todavía protesta por la ocupación de la base naval estadounidense de Guantánamo.
Pese a esto, se han generado grandes pasos para el restablecimiento de las relaciones.
Obama y Castro acordaron en diciembre de 2014 para poner fin a décadas de relaciones congeladas con ofertas comerciales de telecomunicaciones, un servicio de línea aérea regular, una mayor cooperación en la aplicación de la ley y la protección del medio ambiente.
El miércoles, Obama envió una carta en el primer vuelo de correo directo de los EE.UU. a Cuba desde la revolución.
Y el domingo, la empresa hotelera Starwood se convirtió en la primera compañía de EE.UU. en alcanzar un acuerdo con las autoridades cubanas desde 1959.
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