Se le examinará con lupa de principio a fin. Será protagonista indiscutible de la final de la Supercopa de Europa. Iker Casillas sabe lo que le espera en Cardiff. Desde que Mourinho le sentara en el banquillo de La Rosaleda, nada ha sido igual en su vida. El club considera que lo más aconsejable es que inicie una nueva etapa en otro club, pero darle la libertad es demasiado elevada para las arcas del Real Madrid…
Según ha sabido este periódico, el finiquito de Iker Casillas está valorado en 43 millones de euros, impuestos incluidos, un dato que ha provocado que el Real Madrid, por el momento, dé por hecho que el guardameta internacional continuará vistiendo blanco esta temporada. No hay otra solución.
No hay ninguna novedad sobre esta cuestión. Todo sigue igual y se espera a qué acontece durante los próximos días, sobre todo en la final de la Supercopa. Si finalmente las dos partes deciden que lo mejor es la salida del guardameta, tocaría sentarse a negociar. Esos 43 millones son demasiados para la entidad madridista, que buscaría un acuerdo más económico.
Con el mercado todavía abierto, no se puede descartar a día de hoy cualquier movimiento. Tras levantar la Décima, Casillas manifestó en plena fiesta madridista que seguiría esta campaña vestido de blanco, expresando su deseo de levantar en 2015 el trofeo de una nueva Champions League. Sin embargo, no se puede garantizar que Iker continúe de blanco más allá del 31 de agosto.
El Real Madrid no realizará ningún movimiento que perjudique a Casillas. La entidad es perfectamente consciente de que no se trata de un futbolista más y sí de un símbolo del madridismo. Por ello, cualquier decisión que se tome será consensuada con el protagonista, que en lo que va de pretemporada no ha abierto la boca para expresar sus pensamientos.
El Real Madrid decidió prescindir de los servicios de Diego López porque económicamente era lo más aconsejable para los intereses del club. El guardameta gallego tuvo que ceder finalmente y poner rumbo al Milan, que pagará 3 millones de euros por el traspaso. Eso sí, tras la mala actuación de Casillas ante el Manchester United en Michigan, Diego pensó que lo mejor era quedarse porque estaba seguro que podía disputar la titularidad, tanto al capitán como a Keylor Navas.
Por todo ello, la final de la Supercopa ante el Sevilla no es un partido más. Casillas sabe que cualquier detalle será examinado con lupa. Una buena actuación ayudaría a calmar el debate abierto, pero si repite errores parecidos a los que cometió en la final de la Champions, el Mundial o el amistoso de Michigan, las críticas se recrudecerían.
Los que conviven con el portero madridista a diario hablan de un Casillas distante. Apenas mantiene relación con sus compañeros. No vive su mejor momento, pero por el momento mantiene su postura, que no es otra que continuar en el Real Madrid. Su sueño era salir gratis, pero el club tasó en 20 millones de euros su libertad, lo que ha provocado que cualquier club interesado dé marcha atrás.
Carlo Ancelotti desveló hace días que Casillas defendería la portería del Real Madrid en Cardiff, pero subrayó que más adelante ya se vería… Aunque Diego López emprende viaje a Milán, la titularidad de Iker está en cuestión. Ya no es un jugador intocable y lo sabe desde hace tiempo. El club blanco ha apostado con fuerza por Keylor Navas y el costarricense, en espléndido estado desde hace mucho tiempo, se presenta como un competidor muy fuerte para Casillas.
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