Suena en las busetas, en los carros, en los taxis, en la calle, en las casas; en el norte, sur, este, oeste. Suena en toda Colombia con su inconfundible acordeón y voz que parece un grito a medias.
El vallenato, para algunos el género musical más colombiano, seguro sonará ahora más fuerte luego de que este martes se anunciara que fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
De acuerdo con el organismo, por interpretarse no solo en festivales y conciertos, sino también en reuniones familiares y de amigos, el vallenato tiene un rol profundo en la construcción de lazos sociales.
“Desempeña un papel esencial en la creación de una identidad regional común”, dice la Unesco en la entrada correspondiente al género de su lista patrimonio inmaterial.
A Colombia le llevó tres años que la postulación del género musical se materializara en esta declaración del organismo.
Uno de los motivos señalados por la UNESCO para hacerlo es que le preocupa el futuro del vallenato.
“La viabilidad de este elemento del patrimonio cultural afronta una serie de amenazas, en particular las derivadas del conflicto armado existente en el país, exacerbado por el narcotráfico”.
El organismo también ve amenazas en la aparición de nuevas variaciones del género y que ha mermado el protagonismo de la calle en las “parrandas vallenatas”.
¿La cumbia?
Pero cualquiera que visite Colombia puede dar fe, que a pesar de esto, el vallenato sigue sonando no sólo en su zona de origen y influencia, con su epicentro en la ciudad de Valledupar, capital del departamento del Cesar, donde todos los años se celebra un festival del género, sino en todo el país.
Es tan esencial para Colombia que hasta el presidente Juan Manuel Santos le dedicó un tuit a la noticia.
“La @UNESCO acaba de declarar nuestro vallenato como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Una acción para preservarlo para siempre”, dijo.
Para los colombianos el nombre más sonado del vallenato es el del compositor y cantante Diomedes Díaz, quien falleció en 2013.
Para el resto del mundo, tal vez menos familiarizado con el género, hay alguien que se encargó de difundirlo a nivel internacional: Carlos Vives, quien celebró la decisión, pero agregó un pedido.
“Feliz con esta noticia pero empezaron con el hijo ahora nos falta la mamá!”, dijo en su cuenta de Twitter, probablemente en referencia a la cumbia.
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