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Olaf Lies, miembro de la junta directiva de Volkswagen y ministro de Economía de la Baja Sajonia (uno de los 16 estados federados de Alemania) le dijo al programa de la BBC Newsnight que algunos empleados de la gigante automotriz actuaron criminalmente en el escándalo de las pruebas fraudulentas de emisiones contaminantes.

Lies indicó que parte del personal de Volkswagen que permitió el engaño o quienes instalaron el software, que hizo que algunos modelos arrojaran niveles de emisiones falsas, debe asumir responsabilidad personal.

El principal fabricante de autos del mundo y un tótem de la industria del automóvil enfrenta la que se considera es la peor crisis de su historia.

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La empresa reconoció que 11 millones de autos en todo el mundo podrían estar equipados con el programa trampa que utilizó para engañar a reguladores y usuarios sobre las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel.

Lies señaló que el consejo directivo solo supo de los problemas en la última reunión.

“Las personas que permitieron que esto sucediera o quienes tomaron la decisión de instalar este software, actuaron criminalmente. Deben asumir la responsabilidad personal”, le dijo a la BBC.

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“Sólo supimos sobre los problemas en la última reunión del consejo directivo, poco antes de que los medios de comunicación lo cubrieran. Quiero ser abierto. Necesitamos determinar por qué el consejo directivo no fue informado antes sobre los problemas cuando se conocieron hace un año en Estados Unidos”.

“Gran daño”

Lies dijo que la compañía no tiene idea de cuánto costará reparar los motores de los automóviles involucrados y cubrir los costos legales del caso.

“Se ha causado un gran daño porque millones de personas han perdido su fe en Volkswagen. Seguramente vamos a tener a muchas personas introduciendo demandas por daños. Tenemos que retirar muchos vehículos y lo tenemos que hacer realmente rápido”.

Añadió que la compañía es fuerte y que reconstruir la confianza que se le tenía es una prioridad.

Pidió que no le atribuyeran culpas a la mayoría de los 600.000 trabajadores de la gigante automotriz.

El funcionario señaló que su disculpa se une a la que ya han ofrecido otras figuras de alta jerarquía de la compañía.

“Me da vergüenza que esté muy decepcionada la gente que en Estados Unidos compró automóviles guiados por su confianza absoluta“.

La empresa está concentrada en reparar el software en 11 millones de motores diésel envueltos en el escándalo de las emisiones.

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El modelo Seat es uno de los modelos de Volkswagen que usó el dispositivo de emisiones que arrojó niveles falsos.

Desde que la compañía aceptó la responsabilidad, sus acciones se desplomaron, la semana pasada, más de 30% en dos días.

Además la empresa podría enfrentar multas de US$20.000 millones de las autoridades estadounidenses y lo más probable es que la marca sufrirá un enorme daño en las ventas en el futuro.