Al menos 14 personas murieron durante un ataque con rifles de asalto en el oeste de Estados Unidos, en la ciudad californiana de San Bernardino.
En el tiroteo, que se produjo en las oficinas de una organización que trabaja con personas discapacitadas, otras 17 personas resultaron heridas.
Horas más tarde, dos sospechosos –un hombre y una mujer fuertemente armados– resultaron muertos en una calle de la ciudad luego de un enfrentamiento con la policía.
Una tercera persona está bajo la custodia de las autoridades, pero todavía no se ha confirmado si está vinculada con los incidentes.
El ataque de San Bernardino es el que más muertos ha dejado en EE.UU. desde la masacre de la escuela de Sandy Hook de diciembre de 2012, en la que 26 personas perdieron la vida.
Pero, por el momento todavía no se ha identificado oficialmente a los sospechosos, ni establecido sus posibles motivos.
Las autoridades no descartan que se trate de un “acto de terrorismo”, con el FBI considerando a la posibilidad de “terrorismo doméstico”.
El ataque contra las oficinas del Inland Regional Center se produjo a eso de las 11:00 am hora local (19:00 GMT).
Según el jefe de la policía local, John Burguan, los atacantes portaban “armas largas” e iban vestidos con ropas de tipo militar.
“Vinieron preparados para hacer lo que hicieron, como si estuvieran en una misión”, dijo Burguan.
La cadena local KABC-TV entrevistó a un hombre que aseguró que su mujer trabaja en el edificio en el que ocurrió el tiroteo y que esta vio como un hombre entraba en las oficinas y empezaba a disparar.
Otro hombre contó haber recibido un mensaje de su hija que decía: “Tiroteo en mi trabajo. La gente está atrapada en la oficina, esperando a la policía. Reza por nosotros. Estoy atrapada en mi oficina.”
Imágenes emitidas por la televisión estadounidense instantes después del tiroteo mostraban una elevada presencia policial y de ambulancias en la zona del tiroteo y gente abandonado un edificio con las manos en alto.
Un equipo de desactivación de explosivos también acudió al lugar del tiroteo. Las autoridades creen haber encontrado al menos un artefacto explosivo.
Una representante del Inland Regional Center le explicó a medios locales que el tiroteo ocurrió en una sala de conferencias en la que se estaba llevando a cabo una celebración navideña del departamento de Salud Pública del condado.
“Hasta tres tiradores”
Algunos reportes sugieren que la actividad puede haber sido el blanco del ataque.
Según el jefe Burguan, una persona abandonó la celebración visiblemente enojada luego de una disputa.
Aunque los primeros reportes sobre el tiroteo apuntaban a la participación de “hasta tres tiradores”, que habría huído de la escena en un automóvil de color oscuro.
Y cuatro horas después del ataque, la policía detuvo un vehículo con esas características.
Durante el consiguiente enfrentamiento, en el que los dos tripulantes del vehículo resultaron muertos, un oficial de policía también resultó herido.
Los dos muertos vestían ropas tipo militar y tenían en su poder pistolas y rifles de asalto, lo que parece confirmar su relación con el tiroteo de la mañana.
Ahí también se arrestó a un hombre que trataba de huir de la escena, pero su posible vinculación con los incidentes no ha sido establecida.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, fue inmediatamente informado de la situación.
“Algo que sabemos es que hay un patrón de tiroteos en este país que no se da en ningún sitio del mundo”, dijo Obama tras conocerse la noticia.
“Se pueden tomar algunas medidas, no para eliminar todos los incidentes, sino para asegurarnos de que suceden con menos frecuencia”.
La matanza de San Bernardino ocurrió menos de una semana después de que un hombre matara a tres personas en una clínica de servicios reproductivos de Colorado.
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