Irma ya está aquí.
Tras arrasar el Caribe, dejando una estela de destrucción y muerte, el huracán más fuerte registrado en la historia en el océano Atlántico, se encontraba azotando las islas que comprenden los cayos de la Florida la mañana del domingo.
El huracán se había debilitado a categoría tres tras golpear el norte de Cuba, pero ganó fuerza en el Estrecho de la Florida. Irma, cuyo ojo es de 23 millas de ancho, llegó a los cayos como categoría 4 con vientos de 130 millas por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH)
Desde antes que el huracán tocara tierra en Cudjoe Key, reportes desde los cayos declaraban que “todo está bajo agua”. Los meteorólogos esperan que los cayos sientan el embate de los vientos durante unas 12 horas.
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Los daños en Key West podrían ser “catastróficos”, de acuerdo con Mike Brennan, especialista en huracanes en el Centro Nacional de Huracanes.
“Encima de todo, la marejada podría desaparecer del todo edificios y otras estructuras”, dijo Brennan.
Aunque los primeros pronósticos situaban a Irma tocando tierra en Miami como un huracán de categoría 5 — lo que habría sido más devastador que el huracán Andrew en 1992, el peor de la historia del sur de Florida— el ciclón cambió su trayectoria tarde el jueves.
Ahora Miami-Dade, Broward y Palm Beach probablemente escapen de la peor parte de Irma, que se dirige hacia la costa oeste de Florida. El huracán iría hacia el norte, acercándose más y más a la costa del golfo, e impactará con mayor fuerza a Naples, Fort Myers y Tampa, probablemente una de las ciudades más vulnerables a una devastación causada por este fenómeno natural.
Los vientos huracanados se extienden a 80 millas desde el centro de Irma, lo que garantiza provocar grandes daños a todo el estado. Los vientos de tormenta tropical se extienden 220 millas desde el ojo del ciclón.
De acuerdo con las medidas del Servicio Meteorológico Nacional, en el Aeropuerto de Tamiami y en West Kendall se registraron vientos sostenidos de 46 millas por hora. En Miami-Dade y Broward los vientos de tormenta tropical durarán horas, extendiéndose hasta la tarde del domingo, dijo Brennan.
Más de un millón sin luz
Incluso antes de que la parte más fuerte del ciclón se sintiera en Miami-Dade, para la mañana del domingo Irma ya había causado estragos.
Hacia las 9 a.m. más de un millón de clientes habían experimentado apagones, de acuerdo con la empresa Florida Power & Light. Eso es cuentas, no personas, lo cual significa que el número de personas sin luz es el doble. La mayoría de los apagones se registraron en Miami-Dade (unos 456,000 con 78,000 restauraciones de electricidad), según la FPL.
Además, los departamentos de policía, bomberos y otros servicios de emergencia del condado Miami-Dade y varias ciudades empezaron a avisar pasadas las 8:30 a.m. del domingo que los agentes estarían refugiados y no responderían a emergencias ya que no era seguro.
En el barrio de La Pequeña Haití, una mujer tuvo que dar a luz sola ya que los paramédicos no pudieron llegar a tiempo a su vivienda debido a la tormenta. Un operador del servicio de emergencia guió por teléfono a la mujer en parto.
La nueva madre y su bebé, una niña, fueron trasladadas al hospital por un equipo de emergencia y se encuentran bien, dijeron las autoridades.
Por su parte el gobierno del Condado Miami-Dade — que abrió más de 40 albergues y refugió a casi 29,000 — advirtió a aquellos que se quedaron en sus casas que las condiciones la mañana del sábado eran “muy inseguras” para irse a un refugio a ultima hora. A este punto es más peligroso tratar de llegar a un refugio.
“Se les dejará entrar si llegan a un albergue, pero les estamos pidiendo a los residentes que se queden donde están, porque es demasiado peligroso estar en la calle en este momento”, dijo el director de comunicaciones del condado Michael Hernández el domingo por la mañana.
Accidentes en las carreteras
Aún con todas las advertencias, en algunos casos reinó la imprudencia. Las autoridades reportaron que hubo “varios accidentes” automovilísticos en las calles de Miami-Dade, la noche del sábado y madrugada del domingo.
“La gente empieza a sentirse confiando cuando escucha que el huracán se esta alejando del condado Miami-Dade. Y se arriesgan”, dijo Erika Benítez vocera del Departamento de Bomberos de Miami-Dade.
En el condado Broward y la ciudad de Miami Beach extendieron el toque de queda que habían impuesto el sábado, a las 10 de la mañana del domingo.
Las líneas eléctricas caídas, los árboles que obstruyen las carreteras, las calles inundadas, las ráfagas de viento y los tornados hacen que las carreteras no sean seguras para los residentes.
Incluso en lugares sin toques de queda, los funcionarios instan a los residentes a permanecer fuera de las carreteras.
Los reporteros de el Nuevo Herald Abél Fernández y Raúl Rodríguez, del Miami Herald, Douglas Hanks y David Smiley, y del Palm Beach Post Salisbury, Susan contribuyeron con este informe. Kristen M. Clark reportó desde Tallahassee, y David Ovalle desde Cayo Hueso.
Source Article from http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article172412897.html
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