El “mordisco” o “tránsito” de Mercurio ocurre apenas una decena de veces cada siglo, a intervalos de 3, 7, 10 y 13 años.
Ocurre cuando el Sol, Mercurio y la Tierra quedan perfectamente alineados, y porque ambos planetas no orbitan en el mismo plano.
Y este lunes 9 de mayo será una de esas escasas ocasiones en las que se podrá ver el planeta como un punto negro sobre la superficie solar.
El fenómeno tendrá lugar entre las 11:12 y las 18:42 UTC.
Los tránsitos sobre el Sol únicamente los pueden efectuar Mercurio y Venus, por ser los dos únicos planetas en órbitas interiores; esto es, más cercanas al astro rey que la de nuestro planeta.
La última vez que Mercurio transitó sobre el Sol fue el 8 de noviembre de 2006 y el próximo será el 11 de noviembre de 2019, pero luego habrá que esperar al 13 de noviembre de 2032.
Y Venus lo hace con aún menos frecuencia, apenas dos veces cada siglo.
Ambos fenómenos han sido estudiados desde el siglo XVII por científicos como Pierre Gassendi, Jeremiah Horrocks, Edmond Halley y Mikhail Lomonosov.
Las observaciones han sido importantes para determinar el tamaño real de los planetas, las distancia precisa de estos cuerpos y el Sol, y para establecer cómo es la atmósfera de Venus.
Precaución
Como el diámetro de Mercurio es solo 1/158 del diámetro del disco solar, para ver el tránsito es necesario utilizar un telescopio equipado con un filtro especial— un diafragma de cristal muy denso o de un plástico llamado tereftalato de polietileno, Mylar o PET— que elimina las radiaciones peligrosas para la vista.
El fenómeno “no se puede observar con gafas oscuras, negativos, radiografías, vidrio ahumado, plásticos de colores, discos compactos o CD, vidrio de soldadura”, ni otros materiales, advierte el astrónomo Germán Puerta Restrepo en su blog de la Subgerencia Cultural del Banco de la República de Colombia.
Y es que hacerlo así puede provocar graves lesiones en el ojo.
Sin embargo, sí hay una forma de disfrutarlo aunque no tengas un telescopio en casa o seas socio de un club de astronomía.
Y la manera en que lo hizo el filósofo y astrónomo francés Pierre Gassedi en 1631, cuando atestiguó por primera vez el paso de un planeta ante una estrella, nos da pistas de cómo hacerlo.
Gassedi logró ver a Mercurio sobre el disco solar gracias a una cámara oscura o pinhole.
Aunque la suya fue de gran escala— necesitó un telescopio, un cuarto oscuro y un asistente en él—, varios expertos
explican los pasos a seguir para fabricar una cámara oscura casera.
Materiales
Según Lech Mankiewicz, del Centro de Física Teórica de la Academia Polaca de Ciencias y Pawel Rudawy del Instituto Astronómico de la Universidad de Breslavia, ambos en Polonia, se necesitan estos materiales:
- Un tubo de cartón con tapas, como los que se utilizan para guardar carteles, cuanto más largo mejor
- Dos cartulinas negras tamaño A4
- Un pedazo de papel vegetal o papel de calcar
- Un sobre de cartón
- Una aguja fina
- Tijeras y una cuchilla para papel
- Pegamento y cinta adhesiva
Fabricación
Los expertos adelantan que hay que ser muy cuidadoso y tener paciencia.
Antes que nada hay que quitar las tapas al tubo.
Se debe cortar un círculo de cartulina negro del diámetro de las tapas, cubrir el interior de una de ellas con éste y afianzar la unión con cinta adhesiva. Hay que asegurarse de que queda bien cubierto.
Después, utilizando el alfiler, hay que hacer un fino agujero en el centro que atraviese tanto la cartulina como la tapa.
El hoyo debe tener un diámetro de entre 0,5 milímetros y un milímetro.
Se coloca la tapa forrada con la cartulina en un extremo del tubo, y a la otra tapa se le hace un agujero en el centro, de unos dos tercios de su diámetro.
En este caso, el agujero se cubrirá con papel vegetal y se sellará también con cinta adhesiva.
Una vez colocada esa tapa en el otro extremo del tubo, la cámara oscura casera estará casi terminada.
Pero antes de apuntar con ella hacia el cielo, hay que cumplir con dos pasos imprescincibles para proteger los ojos del Sol.
Para ello se tendrá que cortar al sobre de cartón un círculo de un diámetro un poco menor del diámetro del tubo y quitárselo.
En ese hoyo se insertará después el tubo de cartón.
El envoltorio deberá quedar cerca de la tapa que se cubrió con papel vegetal, y no en el centro del tubo.
Así, cuando se apunte con el tubo al sol, el sobre cubrirá por completo la cara, dejándola a la sombra. Este paso es muy importante, advierten los expertos.
Para mayor protección ante la radiación, se cubrirá el tubo con el resto de la cartulina negra.
Una vez hecho todo esto, solo quedará apuntar con el tubo al Sol, con el extremo en el que se hizo el agujero de alfiler.
Así, lo que se verá del otro extremo es la imagen de Mercurio sobre el disco solar proyectado en una superficie— el papel vegetal—, y de forma segura.
El Instituto Argentino de Radioastronomía ofrece una alternativa en su página web, que incluye una caja de cartón.
Pero si no quieres tomarte este trabajo, siempre lo podrás consultar en directo a través de la pantalla de la computadora, ya que la NASA lo va a emitir
aquí.
Comments