El resultado global en el año 2015 de las empresas públicas arrojó un superávit por US$ 311 millones, contrastando fuertemente con el resultado del 2014, cuando fuera negativo por US$ 268,7 millones y cortando una racha de cuatro años consecutivos de déficit (esto refiere al resultado fiscal, es decir a los ingresos menos los gastos de las empresas y no a sus ganancias o pérdidas que se conocerán recién cuando divulguen los balances anuales)
Si bien, al igual que ocurriera en 2014, cuatro de las siete arrojaron resultados acumulados negativos, en el agregado total se registró un cambio de signo fundamentalmente explicado por las variaciones observadas de un año a otro en Ancap.
Esta última empresa mientras tuvo ingresos por US$ 2.706,5 millones, presentó costos por US$ 2.435 millones, lo que da un resultado positivo de US$ 271,6 millones, contrastando con el rojo de US$ 53,7 millones de 2014. Eso se debió a la caída del precio del petróleo, el principal costo para el ente.
La otra empresa que colaboró al resultado positivo del negocio global de las empresas públicas fue Antel. Si bien el ente no tuvo superávit en 2015, su déficit fue casi cuatro veces menor al del año previo. Mientras sus ingresos fueron por US$ 983,7 millones, tuvo gastos por US$ 1.051,8 millones, lo que arroja un resulta-do negativo por US$ 68,1 millones. En 2014 el rojo de Antel había sido de US$ 276,9 millones.
Siguiendo el orden de las empresas que más contribuyeron al resultado global positivo se encuentra UTE en tercer lugar.
Dicha empresa tuvo superávit de US$ 112,3 millones debido a que sus ingresos fueron por US$ 1.813,3 millones, en tanto totalizó egresos por US$ 1.701 millones.
Por su parte, tanto OSE como la Administración Nacional de Puertos (ANP) contribuyeron también en forma positiva a mejorar el resulta-do global de las empresas públicas.
En el caso de OSE tuvo un déficit de US$ 13 millones, menor al observado en 2014, cuando había tenido un resultado negativo de US$ 21,2 millones.
En el caso de la ANP por el contrario, casi que duplicó su superávit de un año a otro, creciendo US$ 16,5 millones, y totalizando un saldo positivo por US$ 36,1 millones.
En el otro extremo, AFE y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) contribuyeron negativamente a la mejora del resultado global de las empresas públicas.
El ente ferroviario registró un déficit por US$ 8,9 millones, diferencia marcada respecto al superávit que registrara el año previo por US$ 5,4 millones.
Finalmente en el caso de la ANV lo que ocurrió fue que se duplicó el rojo sufrido en 2014.
La Agencia había registrado un déficit de US$ 4,7 millones durante 2014, y en 2015 elevó sus números negativos a US$ 10,7 millones.
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