Escasas las noticias del nuevo ciclón en Virgen Gorda – El Nuevo Dia.com

Thanks! Share it with your friends!

Close


Virgen Gorda – Varias hojas escritas en computadora y transportadas en una embarcación puertorriqueña sirvieron para comunicar, desde Tortola, lo que quizás resultaba inimaginable: tras la devastación dejada por el huracán Irma, una tormenta se acercaba amenazante y había que prepararse.

Esa tormenta se convirtió horas más tarde en el huracán María. Ayer, el Servicio Meteorológico de Antigua emitió un aviso de huracán para las Islas Vírgenes Británicas, donde sus habitantes aún realizan un inventario de las pérdidas y las necesidades provocadas por Irma, según constató El Nuevo Día durante un recorrido realizado el domingo.

El panorama en Virgen Gorda distaba de la estampa paradisiaca promovida internacionalmente. Los residentes permanecían sin agua potable, electricidad y, mucho menos, internet. Por ello, las noticias sobre María eran pocas.

Tan pronto comenzaron a surgir datos sobre la nueva amenaza, muchos de los residentes que aún quedan en la isla buscaron salir. Sin embargo, las evacuaciones fueron dejadas en suspenso el domingo. “Nuestra misión es que la gente se mantenga lo más protegida posible”, dijo Sharon Flax Brutus, directora de Turismo de las Islas Vírgenes Británicas.

La funcionaria supo de la trayectoria actualizada de María mediante la comunicación escrita que le fue enviada desde Tortola, a través de una embarcación puertorriqueña que se disponía a entregar decenas de cajas con suministros y ayuda a Virgen Gorda. La propia Flax Brutus mostró el documento a este medio.

Hasta el domingo, unas 200 personas se mantenían en un refugio habilitado en Virgen Gorda. Decenas de voluntarios trabajaban incesantes recibiendo y distribuyendo artículos de primera necesidad en un centro de operaciones improvisado en Spanish Town, donde todos los días a la 1:00 p.m. se reparte comida caliente.

“Reconstruir nos tomará unos 18 meses. Podríamos tardarnos un año, pero para volver a ser un destino de lujo necesitaremos más tiempo”, precisó la directora de Turismo, al precisar que el 90% de las estructuras y viviendas de la isla sufrieron algún tipo de daño.

Sufre Tortola

Mientras, en Tortola, el hospital New Peebles servía de centro de operaciones para el gobierno. Allí, personal gubernamental estaba atento a las pantallas que exhibían los últimos detalles de María.

Sin embargo, la falta de información sobre el ciclón entre los habitantes de Tortola, la más grande de las Islas Vírgenes Británicas, era patente.

“¿Se llama María, verdad? Sí, estamos muy asustados”, expresó Leasa Binns, chef y gerente del hotel Village Cay a preguntas de este medio sobre los preparativos en la isla para la posible llegada del huracán.

Sentada en el suelo cerca de la hospedería, la mujer de 41 años se expresó preocupada por los efectos que podría tener María sobre la ya debilitada Tortola.

“Mientras más te mueves, más ves la devastación. Nadie quedó intacto”, dramatizó.

Cerca del hotel, decenas de botes permanecían bajo agua. Otros habían sido lanzados por los vientos y la marea sobre el muelle. La bahía era una zona de desastre, del que solo un puñado de embarcaciones logró sobrevivir.

De acuerdo con Brodrick Penn, secretario permanente de la Oficina del Premier de Tortola, las autoridades de las Islas Vírgenes Británicas se preparaban para realizar despachos de información al pueblo sobre María de tres a cuatro veces al día.

“Ahora mismo hay 275 personas en 11 refugios a través de Tortola. Pero a medida que María se acerque, los refugios se volverán a llenar”, auguró.

Llega la ayuda boricua

“Here comes the Puerto Rican Navy for you! We care!”. (¡Aquí viene la Marina Puertorriqueña para ustedes! ¡Nos importan!)

Ese mensaje colgado en ocho vagones advirtió sobre la llegada a Tortola de miles de cajas con suministros donados en los pasados días por los boricuas.

La barcaza de Ferries del Caribe con los contenedores a bordo llegó el domingo en la mañana a Port Purcell, desde donde se transportaría la ayuda a nueve centros de distribución a través de esa isla.

“No voy a parar de ayudar hasta que vea a las islas de pie. Las islas vieron crecer a mi familia”, expresó Alicia Forastieri, copropietaria de Allied, uno de los negocios y entidades privadas agrupados bajo el nombre Puerto Rican Navy.

La ayuda provista incluyó agua, medicinas, artículos higiénicos, pañales de bebé, comida, ropa y zapatos, entre otros. Estos habían sido recolectados en el Club Náutico y el Yatch Club de San Juan; La Pescadería de Palmas del Mar, en Humacao; SUP Shack, en Ponce; Rincón; Añasco; Mayagüez; Allied Car and Truck Rental, en Carolina; Puerto del Rey, en Fajardo; el Paseo Tablado, en Guaynabo; el Hotel Verdanza, en Isla Verde; y los hospitales San Jorge y el HIMA de Caguas.

Aunque su negocio no está ajeno a la situación económica actual, Rhamses Carazo, codueño de Allied, no dudó en extender su ayuda a las islas caribeñas.

“Hay que ayudar. Hay que ser humanos. Fuimos la única isla del Caribe que no se afectó mucho por el huracán y fue para ayudar a esta gente”, afirmó.



Source Article from https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/escasaslasnoticiasdelnuevociclonenvirgengorda-2358761/

Comments

Write a comment