Había una vez en que el feminismo, y los sectores progres de la sociedad que recogían sus banderas, abogaban por los derechos sexuales de las mujeres y condenaban su consumo como objeto erótico con fecha de vencimiento.
¿Ya no más? Eso parece indicar el escándalo que despertó la tapa de NOTICIAS sobre la hipótesis de una Cristina eternizada en el poder. A juzgar por el enojo viralizado en las redes sociales, lo prudente hubiera sido apelar a una imagen que negara el efecto del tiempo. A ver si entiendo: Envejecer es un insulto.
La sacralidad presidencial ya se había considerado mancillada por la tapa “El goce de Cristina” en la que, también una ilustración (vade retro Charlie Hebdo) agitaba el fantasma del placer femenino. Se llegó al absurdo de debatir en el Congreso un repudio a NOTICIAS por incurrir en “violencia de género”. Más hubiera valido que usaran ese tiempo en blindar con leyes a las mujeres que verdaderamente la padecen y por las que se marchará masivamente el miércoles bajo el reclamo #NiUnaMenos.
Mandar y gozar era un pecado al cuadrado. Y parece que si encima es con arrugas y pelo blanco, adquiere carácter de afrenta. Apelo a la solidaridad K para que me acerquen un GPS de corrección política. El mío se tildó recalculando.
*Editora Ejecutiva de NOTICIAS.
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