Francisco Santos, Rodrigo Pardo, el almirante (r) Arango Bacci, Hernán Peláez, el escritor Paulo Coelho, el senador Juan Carlos Vélez y decenas de medios de comunicación del mundo han creído las noticias de este portal de noticias falsas y las han replicado. Hoy, el portal cumple dos años, cuenta con cerca de 500 mil visitas al mes y publicaron un libro con material inédito que ya agotó su primera edición.
¿Han recibido amenazas?
“Solo las de los fanáticos que cada vez que nos metemos con Uribe, Petro o James, amenazan con nunca más volver a entrar a la página. Y el cambio climático, que nos amenaza a todos”.
¿Han tenido que pedir ayuda de abogados?
“Ninguno formal, sólo opiniones básicas sobre libertad de expresión”.
¿Ganan algo de dinero?
“Por ahora vendemos pauta para la versión móvil a través de un aliado español así como contenidos para otras publicaciones, como la revista SoHo. Hemos dado nuestro aval a algunas campañas publicitarias y a cambio hemos recibido los ingresos con los que a duras penas podemos pagar los costos de la barcaza en aguas internacionales donde se elabora nuestro contenido”.
¿Tienen un chat de whatsapp?
“No, tenemos uno de Facebook que es el consejo de redacción permanente, 24/7, incluídos domingos, festivos, Jueves y Viernes Santo y días de partido de la selección. También nos comunicamos por mensajes de Tinder”.
¿Se les ha caído la página por tantas entradas?
“Varias veces. La más reciente, cuando anunciamos que la Unesco había reversado su decisión de declarar el vallenato patrimonio de la humanidad luego de escuchar ‘Te empelículaste’ de nuestro amigo Peter Manjarrés”.
¿Cuáles han sido sus picos de tráfico?
“La noche en que se emitió el reportaje de Los informantes alcanzamos a tener más de 5.000 usuarios conectados de forma simultánea”.
¿Cómo son sus consejos de redacción? ¿Qué temas tienen vetados de por sí? Por ejemplo, hay medios de comunicación que no hablan de suicidio. ¿Ustedes de qué no hablarían?
“Son bastante anárquicos, tratamos de conservar la horizontalidad, lo cual no quiere decir que se transformen con facilidad en orgías. Evitamos revictimizar, tratamos en lo posible de apuntarles a los más poderosos y evitamos también meternos con temas que puedan poner en peligro la estabilidad laboral y económica de los hogares de nuestros integrantes”.
Proyectos así suelen salir de tardes de cerveza y ocio. Y suelen replicarse durante meses frases como “deberíamos montar un portal”. ¿Cuánto tiempo estuvieron en la fase de procrastinar?
“Creemos que la clave estuvo en que nunca se pronunció tal frase. Nos echamos al agua una noche aburrida de enero. Nos inspiró Andrés Pastrana, cuyo lema para ganar la alcaldía de Bogotá en 1987 fue ‘diciendo y haciendo’”.
¿Qué anunciantes los han contactado y qué anunciantes han pagado en realidad?
“Muchos, pero solo dos (nos reservamos los nombres para proteger su honra) pasaron el filtro”.
¿Han bajado algún artículo?
“Sí. Uno sobre el general Alzate cuando no se tenía aún claro cuál era su paradero”.
¿Han desistido en publicar algún artículo por pesado?
“Uno que hablaba de un descubrimiento de facultades medicinales en el agua del río Bogotá. Temimos una crisis de salud pública en el Distrito. Y, algo peor, una horda de emprendedores”.
¿Es cierto que uno de sus miembros trabaja en un diario de circulación nacional? ¿Los jefes lo saben?
“Siguiente pregunta, amigo periodista”.
¿Creen que les han enseñado a los lectores a leer?
“Esa es tarea de la cartilla Coquito o de la ministra Parody. Pero sí creemos haber logrado, y esa es, realmente, la retribución por nuestro esfuerzo, es activar en muchos colombianos el chip de la sátira, muy útil para no tragar entero, para no seguir ciegamente a falsos mesías”.
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