La intuición periodística indica que la fuga de los hermanos Lanatta y de Víctor Schillaci era una saga de inmenso potencial noticioso que atraparía más que ninguna otra cuestión. Las mediciones indican otra cosa. El centro de estudios de Medios y Sociedad (MESO), un instituto que aúna a investigadores de la de la Universidad de San Andrés y de la Northwestern University de Chicago, muestra que los lectores de Clarín, La Nación y Perfil en sus versiones online no se enfocaron con demasiado ímpetu en las travesía de los prófugos. Al contrario.
El análisis del MESO se extendió desde el 27 de diciembre al 12 de enero últimos. Las conclusiones son interesantes: “La cobertura de los medios sobre el tema de los tres prófugos fue sensiblemente mayor que el interés de sus audiencias sobre este tema. En Clarín, La Nación y Perfil, más de un tercio de las noticias de sus respectivas homepages, se refería a la fuga. Entre las noticias “más cliqueadas” en esos sitios, apenas una de cada ocho en Clarín y La Nación, y una de cada cinco en el caso de Perfil anclaron en esa historia. En TN, la Voz del Interior y Diario Uno de Mendoza, la cobertura ocupó menos noticias de las homepage, pero el interés de la audiencia también fue notablemente menor. La única excepción a esta tendencia –precisa el estudio– fue Infobae, sitio en el que periodistas y público coincidieron en el nivel de interés por el tema”.
Eugenia Mitchelstein, una de las directoras del MESO, precisa que el 4 de enero, las 10 primeras noticias de la homepage de Clarín eran sobre la fuga. “Sin embargo, entre las 10 más leídas, sólo había una relacionada con el triple homicidio y la fuga: ‘Todos los caminos conducen a la morsa’. La más leída de la homepage en ese momento era ‘Descubrió a su esposo con la amante en un auto y mirá cómo reaccionó’. El esposo, vale aclarar, no era ninguno de los prófugos”.
“¿Qué nos dice esto sobre las audiencias? –se pregunta la investigadora–Ni siquiera una noticia policial relacionada a la política logró que se cerrara la brecha entre las preferencias de los editores (que privilegian las noticias de asuntos públicos, política, economía) y las audiencias de noticias, que prefieren temas como espectáculos, deportes e información general”.
Es el dilema de la edición y de la jerarquización de los temas. ¿Los medios deben publicar y priorizar sólo aquello que les interesa a sus audiencias?
Si así fuera, se desdibujaría el periodismo tal y como lo conocemos. La profesión se sustenta en la hipótesis de que la edición es racional y que hay noticias más importantes que otras. De ese modo, un hecho que asocia el narcotráfico a la politica, y que estalla a través de una fuga que puso en jaque al sistema nacional de seguridad, es realmente importante y debe tener mayor espacio que cuestiones más vínculadas a la frivolidad.
Hay otra hipótesis sin embargo: lo importante sería lo que elige la gente, lo que siente el público, lo que prefiere porque justamente lo aleja de pronto de la cruda realidad. El “periodismo” sería entonces mero entretenimiento y no esencialmente un espacio para el debate público de cuestiones políticas.
El peligro –si cabe este término algo tremendista– de no contradecir jamás la pulsión de los lectores, sería precisamente la devaluación de la información y el auge de la demagogia pseudoperiodística. Los profesionales de la información deberían, según ésta línea de pensamiento, informar aunque eso no sea lo que les piden sus audiencias ¿Eso es un acto de soberbia inaceptable? ¿O lo inaceptable es el imperio total del divertimento y la muerte de la información dura? La fórmula tal vez sea la combinación de estos elementos.
Source Article from http://www.clarin.com/sociedad/Oferta-demanda-noticias-desafio-renovado_0_1517248319.html
Comments