El cambista y exdirigente colorado Francisco Sanabria Barrios pasó la primera noche luego de su regreso al país incomunicado en dependencias de la seccional 10ª de Punta del Este por disposición del juez penal Marcelo Souto.
Hoy de mañana fue trasladado desde la seccional 10ª al juzgado para comenzar lo careos luego de que se declarara ayer inocente. Fuentes del caso afirmaron a El País que el acusado dijo desconocer que en el cambio hubiese depósitos rentados, así como también el destino de los cheques librados firmados en blanco. Sanabria declaró que estaba dispuesto a asumir las obligaciones que tenía pero que no estaba al tanto de las irregularidades.
Lo mismo ocurrió, pero en otras instalaciones policiales con tres contadoras públicas y otros dos hombres citados en la víspera como indagados.
Luego de ser interrogadas ayer estas personas quedaron detenidas a disposición del juzgado donde se investiga el cierre del Cambio Nelson.
Además del cambista, quedaron detenidos el contador y expresidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Humberto Capote; el exgerente de la firma y exoperador de cambio, Nelson Calvette; la responsable del sistema de información contadora María Soledad Ubilla Moraes; la contadora Beatriz Silva; y la contadora María Langoni.
Esta última fue citada ayer por primera vez en el marco de la investigación que lleva adelante el juez Souto. Fuentes del caso señalaron que se trata de una contadora pública que ofició de auditora externa del cambio de Sanabria.
Las actuaciones fueron interrumpidas por un momento en las primeras horas de la noche cuando una de las indagadas, la contadora Beatriz Silva, sufrió una leve quebranto de salud. Silva fue atendida por un equipo médico que llegó al lugar a pedido por el propio juez.
Funcionarios de organismos públicos fueron los últimos en declarar luego de una extensa audiencia de varias horas. En las últimas horas del jueves, el juez Souto había dispuesto la citación de funcionarios del Banco Central del Uruguay que participaron de la investigación del caso del cambio Nelson.
Trámite.
Sanabria llegó al juzgado de Maldonado desde el aeropuerto internacional de Carrasco en un automóvil de color blanco de Interpol.
El automóvil fue custodiado de cerca por la misma camioneta Toyota Hilux doble cabina empleada por los efectivos de Interpol para llevar adelante los operativos y allanamientos dispuestos por el juez Souto tras la fuga del cambista.
Sanabria tenía colocado un chaleco antibalas y las manos esposadas.
El móvil policial ingresó al patio trasero de la sede judicial para permitir el ingreso directo de Sanabria al lugar. La Policía de Maldonado colaboró montando un dispositivo de seguridad que incluyó el cierre de un par de calles alrededor del juzgado para el tránsito automotor.
Sanabria Barrios ingresó de inmediato al despacho del juez Souto donde se encontraban además el fiscal Rodrigo Morosoli y su abogado defensor, Jorge Barrera.
Además, se encontraban abogados que asesoran a otros de los indagados en la causa.
Fuentes del caso señalaron a El País que Sanabria Barrios en todo momento se declaró inocente de los cargos de los que se le acusa —libramiento de cheques sin fondo, apropiación indebida y, eventualmente, estafa— y que aseguró que tiene la voluntad de colaborar con la Justicia.
Los informantes dijeron que el cambista sostuvo que los problemas que causaron la quiebra del Cambio Nelson forman parte de un proceso iniciado cuando su padre, el exsenador Wilson Sanabria, se encontraba al frente de los negocios.
Wilson Sanabria padecía una enfermedad terminal y se autoeliminó en diciembre del año 2015.
Sanabria Barrios aseguró que mientras gestionó el cambio a partir de la muerte de su padre firmó la documentación de la empresa —entre ella el propio balance y otro tipo de documentos— sin conocer su contenido, comprometiendo así a los profesionales que se encargaban de la contabilidad de la empresa.
Se espera que hoy sea careado con los otros detenidos para poder determinar el grado de responsabilidad de cada uno en las maniobras que llevaron al cierre del Cambio Nelson.
Como informó El País en su edición de ayer, la firma Camvirey SA, razón social de Cambio Nelson, presentó su último balance, con fecha 30 de junio de 2016, con una significativa ganancia. A tal punto que a pesar de los pagos mensuales a cuenta del Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE) que grava las utilidades de las empresas, tuvo que pagar un millón de pesos más.
El hecho llamó la atención tanto del juez como del fiscal de la causa, Rodrigo Morosoli, que consultaron tanto a Sanabria como a Capote y a las tres contadoras sobre el asunto.
Las respuestas no colmaron las expectativas del magistrado. Por esta razón se espera que en la presente jornada las actuaciones continúen con la realización de careos entre todos los involucrados.
El juez Marcelo Souto dispone de plazo hasta mañana domingo por la mañana para decidir el procesamiento de Sanabria o liberarlo.
Pagó el pasaje “con millas”.
Un pasajero que viajó desde Miami en el mismo avión que trajo a Francisco Sanabria a Uruguay contó que en una conversación con él, le aseguró: “No tengo un mango, pagué el pasaje con millas y lo pueden comprobar”. El hombre fue entrevistado por el informativo de Televisión Nacional del Uruguay (TNU) y agregó que Sanabria le aseguró que volvió al país para dar su versión de los hechos que llevaron a la quiebra de Cambio Nelson. Le dijo que es ciudadano italiano y que podría haber optado por viajar a ese país de donde “no traen a los milicos asesinos” que viajaron allí, en referencia al capitán de navío Jorge Trocolli que viajó de Uruguay a Italia para evitar ser enjuiciado por violaciones a los derechos humanos. El hombre agregó que antes de subir al avión que lo trajo a Montevideo, Sanabria le comentó que sufre una gran depresión asegurándole estar “todo empastillado”.