Lali Espósito posa en el jardín de un hotel boutique. Linda, carismática, diosa. Click. Es la segunda toma. Lleva el pelo recogido con un pañuelo, un suéter amplio color nude, hombro izquierdo al descubierto, leggins y zapatos rojos. Sonríe fresca. Click. Mira a la cámara, da un paso para atrás y zas… ¡Se hunde y desaparece hasta la altura de las rodillas! Lo que creyó que era un cantero que estaba a sus espaldas era un espejo de agua con vegetación flotante. Una pesadilla. Puede estar fracturada o, como mínimo, haber quedado con un humor pésimo y suspender la producción. Una decena de manos intentan ayudarla. Todavía sumergida, grita al cielo: “¡¿Es jodaaaaa?!”. Con el musgo pegado a la ropa y chancleteando agua, vuelve a la habitación. Fotógrafo y productora piensan una sola cosa: se cayó. No sólo Lali sino también la nota. Cuando abren la puerta de la habitación, escuchan una carcajada estruendosa. Lali está tentada: “¡No te lo puedo creer! ¡Puedo ser tan boluda!”. Con ustedes, Lali Espósito. La que hizo dúo con Ricky Martin y a la que Joan Manuel Serrat convocó para entonar juntos “Aquellas pequeñas cosas”. La protagonista de “Esperanza mía” que logró que miles de nenas se disfrazaran de monja. La que fue parte de la factoría de Cris Morena y supo despegar pieles para lanzarse como solista, sacar su primer disco en forma independiente y alumbrar “Soy”, disco de Oro en un día. Con ustedes, Lali, la que se secó, cambió y volvió sonriente para seguir con las fotos. Linda, carismática, diosa. Pero no diva.
Noticias: El medio puede ser tan engañoso como el cantero y llevarla a meter la pata, ¿no?
Lali Espósito: Sí (risas). Juega al límite con lo fantasioso y con que uno mismo se crea la fantasía.
Noticias: De ahí que siempre dice que trata de darle realidad a su vida.
Espósito: Sí, hay un cuidado de lo verdadero, no perder de vista que es un trabajo. Juego a ser la diva arriba del escenario porque necesito que mi ego y yo hagamos una especie de comunión y salgamos a entretener a mucha gente, pero es sólo un rato.
Noticias: También reconoce que intenta domesticar a su ego.
Espósito: Sí, está ahí, por delante y es necesario. Hay miedo de hablar del ego. No es malo necesariamente, sólo que hay que educarlo.
Noticias: Debe haber sido un motor al cortarse sola en 2012, cuando dejó Teen Angels después de ser un engranaje de la maquinaria de Cris Morena.
Espósito: Sí, andá a saber. Sí recuerdo cómo empecé a actuar y en la música fuera de Cris (pasó a Pol-ka en “Solamente vos”). No estaba pensando: “Estoy saliendo de la estructura”. Había cierta inconsciencia natural. O seguridad capaz. Tenía la seguridad de saber que con lo que había aprendido ahí adentro, iba a seguir trabajando y haciendo lo que deseaba.
Noticias: ¿Tuvo algún fracaso?
Espósito: No directamente, pero sí hay cachetazos a partir de lo que decís: “No puedo todo” o “La gente es como es, por más que uno explique”.
Noticias: Hay cosas que salen de su control.
Espósito: Desde ya. Soy muuuy controladora, muy, y empecé a aprender a delegar y entender que no puedo todo. Estoy en ese proceso de un tiempo a esta parte.
Pasó su infancia escuchando música de Queen y bailando frente a un espejo enorme que había en su casa. No fue a talleres de danza, de canto ni de actuación pero ya era una artista. A los diez años, se enteró de un casting para un programa de televisión y logró que su hermana mayor la acompañara, sin que sus padres supieran. Pero las chicas equivocaron la fila y se sumaron a la de otro casting. “¿De dónde venís?”, le preguntaron los productores. “De mi casa”, contestó ella. “No, ¿de qué agencia?”, le dijeron. Con aquella salida ocurrente, ya había ganado puntos. Siguió hablando resuelta. Al final se dio cuenta de que no estaba adonde había querido ir sino en otra prueba. A la semana, su madre atendió el teléfono de la casa. Había conseguido ser parte de “Rincón de luz”, el programa de Cris Morena. “El proyecto al que había querido ir, nunca se hizo. Me obligaron a creer en el destino”.
Es de las que prefiere hablar de “camino” en vez de “carrera”, palabra que le remite a apuro y competencia. “No compito, hago la mía, con mi propio tiempo, con mis elecciones. Si te dejás llevar por lo que los demás dicen que es el éxito y lo que deberías hacer, un día te encontrás haciendo algo que no te gusta, que no te hace feliz. ¿Sabés cuánta gente exitosa que conozco que no es feliz? Hay gente que no es feliz con un estadio lleno. Yo tengo un disfrute muy particular con lo que hago”. Sus dos premisas son no obligarse y no mentirse. Se las repite como un mantra.
Noticias: ¿Es cierto que se siente un alma vieja y cree en la reencarnación?
Espósito: Sí, creo que tenía la energía de atracción claramente hacia lo artístico. Tenía que dedicarme a esto. Si ahora estuviera en un call center laburando, sería de esas personas que uno ve apagadas en el laburo.
Noticias: Viendo los reportajes que le hicieron desde chica, parece que siempre tuvo los pies en la tierra.
Espósito: Creo que no estaba vacía, no necesitaba llenar mi espíritu con cosas. Ya era una nena llena, de alegría. Éramos una familia de clase media baja. Mi mamá, visitadora médica y mi papá, profe de fútbol infantil.
Noticias: Hace poco usted fue a jugar fútbol al equipo de su hermana Ana Laura (y de Leticia Siciliani, hermana de Griselda).
Espósito: Sí, esas cosas que uno hace en privado pero nada es privado ya con los iPhone en la mano. Nada queda para uno.
Noticias: ¿Eso la predispone distinto?
Espósito: No entiendo cómo todo puede quedar registrado. Me da bronca. Me encanta que haya cosas que no se puedan mostrar. El: “¡No sabés lo que me pasó el otro día!”. No quiero mostrarte, quiero contarte y que quede en tu imaginación. Pero bueno, es una nueva realidad y hay que saber reinvertarse.
Noticias: ¿Trabaja para las redes sociales?
Espósito: ¡Sí! Olvidate, mejores amigas. Profesionalmente les doy un lugar fundamental: empecé con la música independiente en una Twitcam y hoy me hacen llegar al mundo. Me entero que piden el disco en países en los que no pensé que sabían de mi existencia. En lo personal, les doy un lugar básico, medio. No me va a definir lo que digan, ni lo bueno ni lo malo.
El 4 de agosto estrena “Permitidos”, una comedia de Ariel Winograd en el que comparte elenco con Martín Piroyansky, Benjamín Vicuña y Liz Solari. Allí, una pareja común y corriente se verá envuelta en los “permitidos” sexuales de cada uno y en la fama que eso les traerá.
Noticias: La película habla de infidelidad y celos.
Espósito: Y de qué le pasa a la gente con la fama. Muchos me decían: “¿No sentís que te estás burlando de vos?”. “¡Sí, y está bien!”. El autochiste es lo mejor que hay. Tener que putear un cartel donde hay una actriz haciendo una publicidad… ¡Me pareció lo mejor del mundo! Porque corro con la ventaja de que sé que no soy model y el que me ve a mí en el cartel, ve una persona conocida haciendo una publicidad, no lo ve como una perfección. Me encargo de contar que no soy perfecta. Entonces eso ya me relaja.
Noticias: ¿Para cuántos hombres usted será su “permitida”?
Espósito: No sé, pero es gracioso pensarlo.
Noticias: ¿Aceptaría el concepto del “permitido” en la vida real?
Espósito: Ni en pedo. Creo profundamente en la libertad de la gente, ahora si querés estar en pareja… No me siento preparada para algo así. Entiendo a quién practica el amor libre y le creo más a una persona así que a la que dice: “Nuuuunca en la vida”.
Noticias: ¿Usted fue infiel?
Espósito: No (tajante).
Noticias: ¡Nuuuunca en la vida!
Espósito: Nunca.
Noticias: ¿Cómo le impacta la exposición de sus amores y desamores?
Espósito: Estoy aprendiendo, soy nueva en esa. Esta cosa de más exposición fue en mi última relación, con Mariano (Martínez). Lo entendí, tenía que ver con que éramos pareja en la novela y se generaba una especie de interés y de morbo en la vida.
Noticias: ¿Cómo lo pilotearon?
Espósito: Como se pudo. Yo hablo sólo por mí, separando: no me puedo guiar por gente que no sabe ni la concepción de este amor y opina al respecto.
Noticias: ¿Le duele quedar expuesta en algo así de íntimo?
Espósito: ¿Sabés qué? No llegó a una fibra demasiado íntima porque de afuera siguió siendo superficial, hasta la separación. ¿Se entiende?
Noticias: ¿A ver?
Espósito: Hasta la separación misma y lo que parecía una exposición total de lo privado, a mi entender, seguía siendo superficial. Había otras cosas que hicieron lo lindo de la pareja y que hicieron a la separación de la pareja. Hasta se han dicho mentiras…
Noticias: Que usted había sido infiel.
Espósito: Una locura absoluta, una falta de respeto. Dije: “Ah, listo, esto pasa. Como antes veía que les pasaba a otras personas en el medio, ahora me está tocando”. Y entendí que seguía siendo una cosa superficial. Tener que explicar quién soy, cuando me considero recontra transparente, era como…
Noticias: ¿A Mariano también le tuvo que explicar que eran mentiras?
Espósito: A él y a gente que decía (guiña un ojo y baja el tono): “¡¡Che!! ¿¿De verdad??”. De pronto, me encontré en un lugar de desconfianza sobre mi persona, hasta de mi pareja.
Noticias: Entonces esa superficialidad impactó al interior de la pareja.
Espósito: Por eso te aclaré que no a mí. No tocó mi fibra más íntima porque tengo una verdad, pero sí fue todo esto que se vio. Movilizar, movilizó. No me llegó a desestructurar… un poco, pero no del todo.
En sus primeros viajes a Israel con “Casi ángeles”, una enigmática mujer pidió saludarla. Era una anciana de pelo largo canoso, con una túnica negra, que le envolvió las dos manos con las suyas y le dijo que no se apartara de su camino, que había nacido para transmitir. Hoy está convencida: “Nací para transmitir. Lo más lindo es que se te haga como flúo lo que para muchos es normal y no está bueno. Entonces hay una transformación, lo traducís y lo sacás de otra manera. Veo gente joven que tiene la posibilidad de cambiar algunas cosas y está resignada. A mí me gustaría otra cosa. Actúo y canto y a través de eso uno puede hacer buenas cosas”.
Valeria García Testa
Fotos: Marcelo Escayola.