Por otras voces, otros medios y por otras vías, es posible saber que en esta tierra de gracia no todo es petróleo, mujeres bellas desde que nacen y tetas operadas, aunque esto no nos avergüence, sino, todo lo contrario, nos enorgullece.
También, somos un pueblo que gracias a la revolución bolivariana, socialista y chavista, liderada por en Comandante Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro y la mayoría del pueblo venezolano: poseemos los más bajos índices de analfabetismo; contamos con uno de los mayores índices de estudiantes universitarios, per cápita, del mundo y de manera gratuita: nuestros adultos mayores y personas de la tercera edad reciben pensión homologada con el sueldo básico; contamos con uno de los sistemas integrales de salud, con centros de diagnóstico integrales, médicos integrales, hospitales gratuitos y el Estado costea los sistemas se hospitalización cirugía y hospitalización para absolutamente todos los empleados públicos, aunque entre las clínicas privadas y las empresas de seguros estén robando al Estado, en cada siniestro o atención médica, razón por la cual los médicos cirujanos trafiquen con la salud, con fines de lucro; contamos con la atención integral de atletas; subsidios al la alimentación; se ha masificado el sistema de camainas para los universitarios, canaimitas en los niños de primaria, para brindar la soberanía tecnológica e interconexión desde el Internet; subsidios y repotenciación de todo el sistema de transporte público y privado; más de millón y medio de viviendas las que más que dignas, son confortables, construidas y entregadas a las familias más pobres y para las parejas más jóvenes, con la meta de acabar con los cordones se miseria que los gobiernos neoliberales de la IV República condenaron a los más inermes; uno de lo mejores destinos turísticos del mundo, no sólo por sus paisajes y climas diversos, sino también por las redes hoteleras y turísticas, en las que mencionar, por ejemplo, el teleférico más alto y más largo del mundo en Mérida y con precios solidarios para que el pueblo y los más pobres lo disfruten, nos hace sentir orgullosos, al igual que los hoteles VENETUR, que ofrecen la posibilidad de que una familia de padres obreros puedan llevar a sus hijos a la isla Margarita y hospedarse en lo que otrora era el Hotel Hilton, que anteriormente alojaba a la burguesía, narcotraficantes, proxenetas y putas caras; subsidios directos e indirectos a la producción agrícola y pecuaria, a los alimentos y productos, aunque los corruptos, ladrones y pseudoempresarios se hayan encargado de robar todo cuanto han podido, para ir a parar a paraísos de corruptos, entre los que destacan EEUU, Panamá, Colombia y España.
Y, no podemos dejar de señalar que el gobierno revolucionario ha sido el gran garante en el cumplimiento de los pagos y compromisos económicos con organismos internacionales, en una paz y respeto de los Derechos Humanos, que con Chávez y con Maduro, el gobierno revolucionario ha sido un celoso garante de la vida y la paz, como nunca antes lo vivimos en Venezuela.
Pero, nada de los bueno de la tierra venezolana y su pueblo han sido suficiente, para que desde los últimos tres gobiernos estadounidenses hayan promovido y practicado todo tipo de boicot, crímenes y atentados, en los que la guerra económica y el cerco contra Venezuela, han sido el arma más efectiva con la que han contado, aunque, pesar de ello, no han logrado salir de Nicolás Maduro y liquidar el chavismo, para ellos volver a restaurar la IV República al servicio de los más asqueantes intereses imperiales.
Ahora bien, el gobierno estadounidense y sus lacayos de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe, no son más, ni numéricamente, ni económicamente, ni energéticamente y, menos aún, ética y moralmente, que los países del mundo libertario, multicéntrico y pluripolar.
Por otra parte, los organismo internacionales del viejo orden unipolar que controla el imperio rapaz, con la diplomacia de la hipocresía y las poses, no poseen la fuerza y el ímpetu libertario de los países del BRICS, las naciones emancipados del mundo árabe, los gobiernos progresistas y revolucionarios de África, los miembros de la ALBA-TCP, la UNASUR, la CELAC, PETROCARIBE y, aunque ahora algunos no les guste La presencia de Venezuela en el MERCOSUR.
A pesar de tanta unión de nuestros países libérrimos, emancipados, socialistas, revolucionarios, progresistas y erróneamente, algunos llamados “humanistas, el pueblo venezolano es víctima de un bloqueo económico no declarado abiertamente, en donde la solidaridad efectiva y concreta pareciera que en ciertos casos está de viaje. Los venezolanos no estamos pidiendo que nos den, como tampoco necesitamos “ayuda humanitaria”, pues prostituiría la razón de fondo y le haría el mandado a la macabra mentira imperial, sino que hemos estado buscando que nos vendan e intercambiemos, alimentos, productos y materias primas, en lapsos perentorios, ll que en unos casos, de algunos gobiernos, tal vez, chantajeados o porque son serviles imperiales, se han hecho sentir con escandalosa frialdad.
Aún así, el gobierno que preside Nicolás Maduro y el pueblo que es la víctima directa del desabastecimiento programado, resistiremos el cerco económico que dirige el gobierno que preside Barack Husseín Obama y sus aliados externos, junto con empresas parasitarias, como Polar y el resto de complotados de Fedecámaras-Venamcham, para agudizar el boicot económico.
Igualmente, tanto el gobierno revolucionario, como el pueblo chavista, resistiremos el cerco y boicot económico, inspirados en el legado del Comandante Chávez y con la misma fortaleza con la que en el 2002 se enfrentó el boicot energético con el paro petrolero, el cierre de comercios y servicios, además del golpe de Estado, al igual que nos sentimos inspirados en la dignidad de la Cuba libertaria que resistió el bloqueo imperial y de sus lacayos, por más de cincuenta años, incluso, cuando gobiernos de países hermanos evitaban, hasta saludar al Comandante Fidel Castro Ruz.
Venezuela seguirá apostando por el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar y pondrá todo su esfuerzo en fortalecer nuestras instituciones regionales, como las más nuestras y llevando el mensaje de unidad, amor y paz, a donde podamos llegar, como el Libertador que “en el fango plantó una flor”.
@l2pino2