En los últimos cinco años, al menos cuatro intentos de venta de material radiactivo han sido frustrados por la policía en la exrepública soviética de Moldavia en colaboración con el FBI estadounidense.
Según la agencia de noticias AP, los vendedores creían que vendían su material a extremistas de Medio Oriente y, en al menos uno de los casos, los contrabandistas pensaban que el material iría a dar a manos de Estado Islámico.
Una fuente de seguridad estadounidense le confirmó a BBC Mundo que el FBI participó en los operativos. Sin embargo, indicó que “nunca hubo compradores de Estado Islámico. El vendedor estaba motivado financieramente y nunca identificamos otro comprador que no fuéramos nosotros (FBI)”.
También aseveró que “no hay ninguna prueba ni razón para creer que Estado Islámico tuvo acceso a este material”.
AP agregó que el caso más reciente se presentó en febrero, cuando un agente encubierto recibió una oferta por una considerable cantidad de cesio radioactivo.
La agencia de noticias estadounidense indicó que el posible vendedor pedía cerca de US$2,7 millones por una cantidad suficiente para contaminar varias manzanas en una ciudad.
Sin embargo, sobre el cesio, la fuente de seguridad estadounidense aseguró a BBC Mundo que “lo que recuperamos no habría sido suficiente para funcionar como material explosivo en una bomba”.
De Rusia
Según informó el periodista de la BBC, Richard Galpin, un exintegrante de la policía moldava relató que un oficial encubierto que se hacía pasar por un comprador dijo a los contrabandistas que el material iba para Estado Islámico. Su respuesta fue: “Eso significa que todo irá sin problemas”.
Según los investigadores, mucho del material se cree que viene desde Rusia, donde sospechan que algunos grupos criminales tienen relaciones con los servicios de inteligencia rusos.
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La agencia de noticias AP ha visto documentos relacionados con estas investigaciones.
Las autoridades de Moldavia señalaron que compartieron la información con AP para resaltar cuán peligroso se ha vuelto el mercado negro de este tipo de materiales.
“Esperamos que se presenten más casos”, dijo un integrante de la policía de Moldavia que participó en los cuatro casos.
“Mientras los contrabandistas piensen que pueden hacer una buena cantidad de dinero sin ser detenidos, seguirán haciéndolo”, añadió.
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Los cuatro casos en Moldavia
2010: 1,8 kilos de uranio fue retenido en la capital Chisinau cuando tres personas trataron de venderlo por ceca de US$10 millones. Seis personas fueron detenidas tras intentar vender un kilo de uranio por US$35 millones.
2011: Seis detenidos por intentar vender 1 kg de uranio enriquecido para uso militar, casi US$ 36 millones. También tenían acceso a plutonio.
2014: Contrabandistas intentaron vender cerca de 200 gramos de uranio -235 ruso a agentes encubiertos por US$1,6 millones.
2015: Agentes encubiertos lograron comercializar una ampolla de cesio-135.
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Escape
Según AP, la mayoría de los operativos ocurrieron en las primeras instancias de la negociación entre contrabandistas, lo que posibilitó su fuga de las autoridades.
El operativo contó con el apoyo de la Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU., el FBI. Un vocero del Departamento de Estado estadounidense, Eric Lund, afirmó que Moldavia había dado “pasos importantes” para evitar el contrabando de material radioactivo.
Richard Galpin recordó que desde el derrumbe de la Unión Soviética, los arsenales nucleares de países como Rusia y Ucrania no fueron asegurados como debía ser.
“Por mucho se tiempo se ha temido que alguna parte cayó en manos de contrabandistas”.
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