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En la madrugada del domingo la familia del arquero de la selección mayor de San José fue informada por la Policía que su hijo había sido asesinado. Era la hora 04.15 cuando un patrullero se detuvo ante la casa de la familia Silva. Bajó del móvil un policía que es conocido del dueño de casa. Tuvo que decirles que su hijo, Emanuelle, había sido víctima de un homicidio en un bar del barrio Las Palmas.

Desesperado, un hermano del futbolista fue a reconocer el cuerpo del joven al hospital local. Turbado por la emoción, vio en la morgue un cadáver que tenía una herida en el pecho. No pudo ver más detalles pero creyó que era su hermano.

Mientras tanto, comenzaron a llegar familiares y amigos de la familia a la casa de los Silva. El escenario no podía ser peor. Uno de los hermanos del futbolista se desmayó y a su madre le subió la presión. A la hora 08.00 Daniel Silva, padre del jugador anunció que iría al hospital a ver el cuerpo de su hijo.

Le pidieron que no maneje, un amigo tomó el volante y la Policía los siguió desde atrás en un patrullero. En el hospital no le permitieron ver el cuerpo.

En tanto, una tía del futbolista le avisa a su hijo que habían matado a Emanuelle. El chico pone la información en un grupo de WhatsApp de futbolistas. Desde allí alguien le responde que ese dato es falso y que su compañero estaba durmiendo en la casa de su novia.

Sorprendido, Emanuelle, que es parte del grupo de WhatsApp de futbolistas, se sacó una fotografía para probar que estaba vivo. La imagen llegó a su familia de inmediato. El padre, fuera de sí, tuvo duras palabras con los policías que estaban en el lugar. Después pidió disculpas.

“Esas cuatro horas que creímos que Emanuelle estaba muerto, fueron horribles. No se lo deseo ni a mi peor enemigo, si lo tuviera”, dijo a El País.

En la tarde, el comando de la Jefatura de San José recibió al padre y la madre del futbolista. El jefe de Policía, Williams Martínez, informó a El País que se investigará la situación y que el mando policial pidió disculpas a la familia involucrada.

El hombre asesinado fue identificado como Gonzalo Federico Gutiérrez de 34 años. Su muerte fue provocada por un hombre de 43 años de edad en la intersección de Cándido Marín y Ruperto Pérez Martínez. El matador ya fue detenido por la Policía y se le incautó una cuchilla 32 centímetros de hoja, siendo conducido a la Dirección de Investigaciones.

Al cierre de esta edición, el juez estaba culminando las actuaciones y se aprestaba a resolver sobre el detenido.

La resolución policial del crimen llevó menos de media hora. Los efectivos policiales capturaron al presunto matador y localizaron el arma en la zona donde se produjo el homicidio, según subrayó el jefe de Policía de San José, Williams Martínez. La víctima no llevaba identificación y era parecida al futbolista.