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A primeras horas de la mañana de hoy, y hasta al momento sin ningún resultado, se retomó la búsqueda de Francisco Solano, el joven de 23 años con síndrome de Down que el sábado pasado, una media hora antes de arribar al puerto de Colonia, desapareció del barco Eladia Isabel, de la empresa Buquebus, en el que viajaba con su madre, desde Buenos Aires.

El Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate en el Mar de Uruguay (MRCC), que está bajo la órbita de la Armada, es el que está delineando las tareas para cubrir, con los recursos con los que cuenta, la mayor cantidad de áreas posibles.

Según relató a Clarín.com una fuente de la Armada, los dos botes de la prefectura de Colonia (una lancha de 44 pies y un bote neumático grande con casco rígido) y las dos embarcaciones que posee la Asociación Honoraria de Salvamentos Marítimos y Fluviales (ADES) tienen asignados distintos segmentos de la Costa de Colonia este, que comprenden hasta 4 kilómetros de la costa.

Esas embarcaciones, de pequeñas dimensiones, no pueden adentrarse mucho más en el río. “De hecho ayer en un momento hubo que hacerlas entrar a la costa, porque el oleaje se había tornado fuerte y corrían peligro los rescatistas”, describió el informante.

En tanto, la patrullera ROU 12 “Paysandú”, embarcación de mayores dimensiones, que es la otra que está abocada al rastrillaje, se encontraba cubriendo la costa cercana a la desembocadura del río Santa Lucía (límite natural entre los departamentos de San José y Canelones), a unos 150 kilómetros al este de Colonia del Sacramento.

“En el Río de la Plata este tipo de tarea suelen ser muy difíciles, hay una gran extensión de agua a veces muy amarronada para cubrir, y hay que ver también el tema de las corrientes, adónde pueden llevar un cuerpo. Las primeras 48 horas son fundamentales, y es mayormente cuando suelen aparecer. Después no es imposible, pero las esperanzas empiezan a desvanecerse”, concluyó la fuente.