Esta tarde se realizó una asamblea de trabajadores que integran el gremio de la papelera Fanapel, luego de que la gerencia de la empresa anunciara que habrá un cierre definitivo de la fábrica.
Con más de 200 personas reunidas en la sede de Juan Lacaze y un centenar más afuera, los trabajadores buscaron llegar a una solución para evitar la pérdida de empleo.
Los funcionarios respaldaron las medidas llevadas a cabo por el sindicato de la empresa y anunciaron que continuarán con las negociaciones en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) y tendrán como principal objetivo negociar con la empresa.
En la asamblea se resolvió que van a solicitar al Estado, principal comprador de la fábrica, que deje de consumir los productos de Fanapel hasta que se llegue a una solución.
Los trabajadores denunciaron que mientras los empleados mantienen una mesa de negociación con el gobierno, la empresa ya está importando desde Argentina el mismo papel que producían en Juan Lacaze.
Los funcionarios de Fanapel están en seguro de paro desde diciembre, y mantienen conversaciones constantes para superar la crisis de la empresa.
En caso de que la empresa decida finalmente cerrar, los trabajadores van a exigir que los despidos no sean ni parciales ni voluntarios, pero confían en la negociación colectiva que se lleva con el gobierno.
En la última reunión que habían mantenido con el Ministerio de Trabajo, Fanapel había planteado que necesitaba llegar mediante la reducción de costos, menores precios de la energía y de los fletes, y la baja de aportes e impuestos a un ahorro de US$ 400.000 mensuales, había informado Castillo a El País.
Dedicada fundamentalmente a la producción de papeles de impresión, Fanapel todavía en 2012 tenía 1.080 empleados, pero hoy su plantilla es de solamente 260 personas que trabajan en forma directa y 30 que lo hacen indirectamente. Sus remuneraciones rondan los $ 26.000 mensuales. Los trabajadores de Fanapel están en el seguro de paro desde diciembre.
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