Diecisiete personas murieron y 20 seguían desaparecidas por el inusual temporal que azotó en la semana el árido norte chileno, donde también quedaron afectados cuatro mineros del grupo de los 33 que habían sido espectacularmente rescatados en 2010.
De acuerdo a un último reporte oficial entregado la noche del domingo, dos nuevos cadáveres fueron encontrados en Atacama, una región a unos 800 km al norte de Santiago que ha sido la más afectada por el intenso temporal que azotó a esta zona el pasado miércoles y jueves.
En tanto, los damnificados sumaban unos 11.000 y el número de desaparecidos alcanzaba a las 20 personas, precisó el reporte de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).
Tres mineros del grupo de los 33 que se hicieron famosos al haber sido rescatados tras permanecer más de dos meses encerrados en lo profundo de una mina no han sido ubicados después de los temporales.
Luis Urzúa, líder de los 33 mineros de Atacama, dijo este domingo que, después de los temporales, no tenían noticias de Ariel Ticona, Esteban Rojas y Víctor Segovia.
Ticona y Rojas vivían en la localidad de Paipote, cerca de la ciudad de Copiapó y una de las más golpeadas por los temporales.
“En este momento hay dos de los compañeros que no hemos podido tener contacto con ellos por vía telefónica ni hemos podido llegar a donde ellos”, dijo Urzúa, entrevistado por radio Cooperativa.
“Esperemos que estén bien dentro de todo lo anormal que está en el sector de Paipote”, agregó Urzúa, el último minero en haber sido rescatado en una impecable operación que puso fin a 69 días de encierro a más de 600 metros de profundidad, el 13 de octubre de 2010, y que fue transmitido en vivo internacionalmente.
Más adelante en la conversación con Cooperativa, Urzúa dijo que tampoco habían logrado comunicarse con Víctor Segovia.
Ariel Ticona era el único del grupo de nacionalidad boliviana. Esteban Rojas se casó por iglesia con su compañera, Jessica Yáñez, a quien había propuesto matrimonio desde el interior de la mina. Víctor Segovia, en tanto, era el encargado de llevar una bitácora al interior de la mina.
La Onemi dijo a la AFP que no disponía de un listado de desaparecidos, por lo que no podía confirmar si los mineros formaban parte de las 20 personas que se reportaban hasta ahora como oficialmente desaparecidas producto de la tragedia.
El temporal afectó también a otro miembro del grupo de los 33, el minero Víctor Zamora, cuya casa fue arrasada en el pequeño poblado minero de Tierra Amarilla, a unos 15 km de Copiapó.
“Esta es otra tragedia; lo perdimos todo”, dijo Zamora el viernes a la AFP.
“Estábamos durmiendo. Fue como a las tres de la madrugada. Alcanzamos a arrancar sólo con lo puesto”, relató.
Los 33 mineros de Atacama quedaron atrapados tras un derrumbe que ocurrió el 5 de agosto de 2010 en la mina San José. Los primeros 17 días no se tuvo noticias de ellos y se pensaba que podrían haber muerto, pero a través de un pequeño agujero hicieron llegar a la superficie un mensaje de vida.
Desde ese día, se desató una carrera contra reloj para poder rescatarlos sanos y salvos.
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