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Como ya es habitual al concluir sus viajes, el papa Francisco concedió una rueda de prensa, el 29 de abril pasado, en el vuelo de retorno a Roma tras su visita a Egipto. Ante la pregunta del periodista Antonio Pelayo, del medio español Antena 3, sobre la posibilidad de que se retome el diálogo en Venezuela con la mediación de la Santa Sede, que se estancó en diciembre, el sumo pontífice respondió: “No resultó porque las propuestas no eran aceptadas, o se diluían, era un sí-sí, pero no-no… Y sé que ahora están insistiendo… Yo creo que tiene que ser con condiciones ya, condiciones muy claras. Parte de la oposición no quiere esto. Es curioso, la misma oposición está dividida, y por otro lado parece que los conflictos se agudizan cada vez más”.

Su frase, en la que habló de la oposición sin cuestionar al gobierno de Nicolás Maduro, acusado por sus detractores de violar los derechos humanos, fue un polvorín para quienes lideran las protestas contra el régimen venezolano.

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Uno de los primeros en reaccionar fue el líder opositor Enrique Capriles: “Escuché unas declaraciones del papa, que habla de que la oposición está dividida, eso no es verdad. Habla como que si unos quisieran dialogar y otros no. Los venezolanos queremos dialogar, pero no estamos dispuestos a un diálogo (al estilo de José Luis Rodríguez) Zapatero”, dijo sobre el exmandatario español, a quien la oposición acusa de haber favorecido los intereses del gobierno de Maduro.

Y los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición de partidos opositores, publicó el domingo pasado una carta abierta al papa: “Los venezolanos estamos hoy más unidos que nunca en torno a la demanda de un cambio político”.

El cuestionamiento también se dio por parte de un sacerdote católico de Maracaibo. En entrevista con Infobae, el padre José Palmar calificó de lamentable “el mutismo de Francisco sobre la realidad totalitaria, dictatorial y violenta del régimen de Maduro”. Añadió que el papa emitió esa opinión porque no conoce la realidad y que el “regaño” a la oposición no hubiese sido un problema si criticaba por igual al régimen: “Nos estamos muriendo de hambre…, no hay insumos para pacientes, aquí los niños se nos mueren y el papa debería decirle a Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina”.

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Palmar dijo que afirma lo que ve: “Habla un cura de un barrio donde los pobres están todos los días comiendo basura. El domingo hacemos una olla comunitaria para que coman 300 personas y esa es la única comida caliente que tienen en el día”, agregó en medio de los enfrentamientos que superan los 30 muertos en Venezuela.

Al día siguiente de la rueda de prensa en el vuelo, Francisco volvió a hablar: “Hago un sentido llamado al Gobierno y a todos los estamentos de la sociedad venezolana para que eviten cualquier otra forma de violencia, que se respeten los derechos humanos y que se busque una solución negociada”. Y ocho gobiernos de América Latina, entre los que están Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay y Uruguay, se han adherido a esta última petición. (I)

No le dijo nada al régimen, no se expresó sobre el estado de hambruna, muerte y miseria. Habló de nuestra división… ¿Y del otro lado qué?”.
José Palmar,
Sacerdote venezolano

La Unidad… ha dejado claro ante los venezolanos y ante el mundo que el único diálogo que se acepta hoy en Venezuela es el de los votos”.
Carta de la Mesa de Unidad Democrática al papa Francisco

Se ha dado un diálogo inicial con condiciones no cumplidas… Sobre todo con respecto a la liberación de los presos políticos de parte del Gobierno”.
César Piechestein,
Sacerdote ecuatoriano