Además de que la confianza del consumidor esté alcanzand
o nuevos niveles, cada día estamos creyendo más en que
podremos encontrar trabajo y que
la tasa de desempleo seguirá baja y la economía continuará expandiéndose. A su vez, la Federación Nacional de Empresas Independientes [National Federation of Independent Business] –que representa más de 300,000 negocios pequeños en Estados Unidos– precisó que sus miembros
están sintiendo el mismo optimismo. Las ventas al consumidor están fuertes, la inflación está baja y las empresas tienen acceso al capital necesario para operar y crecer. El mayor reto parece ser encontrar a personas calificadas para las posiciones disponibles. Todo esto
mientras la bolsa de valores ha llegado a niveles históricos de altura.
¿A la vista de estos datos,
por qué será que el estado de la economía está generando tan poca atención? La respuesta es de considerable importancia. Si bien es cierto que los medios de prensa están en todo su derecho al decidir por sí mismos qué es lo que califican como “noticia”, ya que están obligados a responder a los deseos de su audiencia, también es verdad que
estamos recibiendo pocos informes sobre el estado de la economía.
La falta de atención de los medios es preocupante, e inexplicable. Si consideramos cuántos votantes
calificaron la economía como el tema más importante de la elección del año pasado –y aún hoy en día–, es claro que a ellos les interesaría recibir más información sobre las reformas que se han venido aplicando desde enero, y sobre cómo afectarán la economía.
Basados en las encuestas, los reportes de empresas y los datos económicos originados en Washington, parece
que cada vez más empleadores –pequeños y grandes– tienen confianza en un futuro exitoso porque piensan que Washington no va imponer nuevos tributos y regulaciones. Durante los ocho años previos, empresas de todos los tamaños fueron forzadas a pagar nuevos y costosos beneficios de salud, y se vieron sometidas a regulaciones relacionadas con el pago de horas extras, la generación de electricidad, la calidad de la comida, la generación de ozono y muchas más. Y se vieron forzadas a desarrollar nuevos planes para protegerse de esas y otras regulaciones que podrían ser impuestas. Ahora, parece que eso está cambiando –y los trabajadores se están beneficiando–.
El Congreso y la Casa Blanca han trabajado de manera conjunta para revocar algunas reglas excesivas y dañinas que han impedido un mayor crecimiento económico. Hasta un cambio pequeño y no muy controversial –como facilitar la exportación del gas natural– parece que ayuda en la creación de empleos.
El punto es que los cambios políticos en Washington
están mejorando el clima para los negocios –como los críticos de un gobierno expansivo hemos propugnado durante largo tiempo–. A medida que las reglas y cargas se han ido relajando, se ha ido produciendo una mayor vitalidad económica y mejores condiciones para los trabajadores y los consumidores. Y el efecto se está sintiendo a todos los niveles.
Estos desarrollos son prometedores –pero no son suficientes–. Nuestros salarios no están creciendo de la manera en que deberían y el seguro de salud es muy costoso. De muchas maneras, la economía esta arreglada para que los más poderosos y mejor conectados puedan manipular las políticas para su beneficio personal.
Es hora de anivelar el campo para todos los estadounidenses. Con ese fin, los legisladores y la Casa Blanca deben trabajar juntos y proponer reformas sostenibles –sobre impuestos, cuidado de salud, inmigración y más–.
La reforma de impuestos es nuestro próximo obstáculo a vencer. Sin una reforma tributaria integral y robusta es probable que todos los recientes acontecimientos positivos en la economía puedan ser destruidos por otra recesión. Sabemos que si nuestro sistema de impuestos es más justo y nivelado, podemos ayudar a la economía y asegurar que los trabajadores estadounidenses se beneficien con un poco más de dinero para sus hogares. Nuestro sistema se ha vuelto tan injusto y complejo que cuando investigadores del gobierno enviaron la misma declaración a 19 diferentes preparadores de impuestos, solo dos pudieron determinar la cantidad correcta para el reembolso. ¿Si
hasta los profesionales pagados no entienden el sistema, cómo puede ser justo para el resto de nosotros? Esto tiene que cambiar.
Claramente, la sola acción del gobierno no es suficiente para desbloquear la economía y alcanzar la prosperidad.
Hay muchas cosas que podemos hacer a nivel comunitario para ayudar a los individuos a ubicarse mejor en el mercado de empleos. Lamentablemente, hay personas en nuestra comunidad que todavía están enfrentando muchas barreras, como no tener un diploma secundario, un nivel de inglés inadecuado o una licencia de conducir. Tenemos que
hacer mucho más para promover oficios y trabajos donde las habilidades sean valoradas. En el último sondeo, tres millones de trabajos están abiertos y disponibles, pero los empleadores no pueden encontrar personas que tengan la capacidad de desempeñarlos o las credenciales para calificar.
Los datos demuestran claramente que hay progresos en el mejoramiento de nuestra economía. Y
podemos hacer más. Pero los logros económicos pueden ser más significativos si estamos unidos, y si sostenemos la promesa de una oportunidad igualitaria.
Nota:
La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.
Comments