El político opositor venezolano Luis Manuel Díaz murió abaleado este miércoles mientras participaba en un mitin de cara a las elecciones parlamentarias de diciembre, según han confimado las autoridades.
El secretario general de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, informó en Twitter que Díaz –un dirigente del partido en Altagracia de Orituco– murió luego de recibir varios disparos hechos desde un vehículo.
Allup atribuyó el atentado a “bandas armadas” del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), aunque no ofreció pruebas que respaldaran la acusación.
El jueves, el presidente Nicolás Maduro dijo que dicha atribución era “falsa y temeraria” y pidió una investigación.
El evento donde ocurrió el homicidio, en el central estado Guárico, contaba con la participación de la esposa del político opositor encarcelado Leopoldo López, Lilian Tintori, quien también dijo haber sido atacada en la jornada de campaña en Guárico.
La Unión de Naciones Suramericana (Unasur) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenaron el hecho y llamaron a las autoridades a buscar la paz para la campaña. También lo hizo la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional.
Según el corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Daniel Pardo, varios eventos de la oposición han sido dispersados a tiros por bandas encapuchadas vestidas de rojo durante la campaña.
Encuestas reportan que el partido de gobierno llega a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre gravemente golpeado por la crisis económica que sufre el país.
La campaña ha sido calificada por algunas ONG de observación electoral como la de mayor venjatismo oficial en la historia reciente del país.
Campaña tensa
En un comunicado, el comando de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) –a la que pertenece AD– dijo que las situaciones de violencia están “enmarcados por un discurso oficial que anuncia, promueve y justifica la violencia”.
“El Estado venezolano es responsable, por acción y omisión, de cualquier acto de violencia en Venezuela”, agregó el grupo opositor.
El jueves, Tintori denunció en una rueda de prensa de la MUD que, en su camino a Guárico el miércoles, una de sus avionetas de campaña fue “intervenida por el régimen”, generando un accidente en el que no hubo víctimas.
Mientras tanto, el presidente Maduro denunció el jueves que “la derecha está pagando de 30.000 a 50.000 dólares a quienes finjan ser chavistas y salgan a las calles con armas” y añadió que presentará las pruebas en los próximos días.
El defensor del pueblo, Tarek William Saab, dijo que las autoridades manejan la tésis de que el homicidio de Díaz se debió a un “ajuste de cuentas” por un conflicto entre sindicatos, teoría que Maduro apoyó.
El miércoles por la noche, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dijo que los ataques que han sufrido las caravanas opositoras durante la campaña eran “montajes” realizados por los enemigos del oficialismo.
Reacciones internacionales
La misión de acompañamiento electoral de la Unasur, que está actualmente en Venezuela, pidió a las autoridades una “exhaustiva investigación de este condenable hecho, con la finalidad de evitar la impunidad frente a este suceso”.
Mientras tanto, Luis Almagro, secretario de la OEA, organización que no fue invitada a los comicios del 6 de diciembre, dijo que “el asesinato de un dirigente político es una herida de muerte a la democracia”.
Y añadió: “Lo sucedido no es un episodio aislado, sino que se da conjuntamente con otros ataques realizados contra otros dirigentes politicos de la oposición en una estrategia que procura amedrentar a la oposición”.
Amnistía Internacional dijo que el asesinato de Díaz “brinda una visión aterradora sobre el estado de los derechos humanos en Venezuela” y añadió que las autoridades “deben investigar de manera urgente el asesinato o arriesgarse a más violencia”.
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