El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles una devaluación de la moneda, una flexibilización del control de cambios y una subida en el precio de la gasolina por primera vez en 20 años.
Maduro dijo en una intervención televisada que el precio del litro de 91 octanos pasará a ser de 1 bolívar y el de 95 octanos, que representa un 70% del mercado, se venderá a 6 bolívares.
Eso equivale a US$0,10 y US$0,60 si se calculan a la tasa de cambio oficial fija, que también el presidente anunció será devaluada para pasar a ser de 10 bolívares por dólar.
Sin embargo, el precio es mucho menor si se toman en cuenta los más de 1.000 bolívares a que se cambia el dólar en el mercado negro.
El nuevo sistema de precios de la gasolina entrará en vigor este viernes 19 de febrero en las 1.600 bombas de gasolina del país.
La última vez que el gobierno venezolano subió el precio de la gasolina fue en 1996.
Sectores de la oposición han rechazado lo que consideran un “paquetazo”, pues dicen que el pueblo ha sido castigado por los errores del gobierno.
El sistema de cambio de divisas pasa de tener tres a dos tasas oficiales, pero analistas dicen que su funcionalidad y éxito solo dependerá de cómo se maneje y de la cantidad de dólares que le asignen.
Además de la crisis económica interna, marcada por el déficit fiscal y los desequilibrios económicos, Venezuela se ha visto fuertemente impactada por la caída del precio del petróleo, su principal fuente de divisas.
Aunque medidas de este estilo habían sido propuestas por analistas financiaros hace casi dos años, el gobierno las había pospuesto debido a su alto impacto político y social.
Recuerdos del “Caracazo”
El asunto sigue siendo políticamente muy delicado por el recuerdo del “Caracazo”, la ola de protestas contra el alto costo de la vida duramente reprimida en 1989 y que tuvo como uno de sus detonantes la subida del precio de la gasolina.
A pesar de la subida, la gasolina venezolana sigue siendo una de las más baratas del mundo.
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Análisis, Daniel Pardo, BBC Mundo, Caracas
El aumento de la gasolina de 1,328% y 6,085% es histórico por lo que generó la misma medida en 1989.
Pero en esta oportunidad, tras una ambiciosa campaña publicitaria de dos años del gobierno para justificar el aumento, es poco probable que se produzcan escenarios similares a los del “Caracazo”.
Si bien muchos venezolanos apoyan la medida, la mayoría va a ver que su gastos, ya altos debido a la inflación, aumentarán aún más.
El venezolano crítico del gobierno puede entender la necesidad del aumento del gasolina, pero le indigna verse afectado por medidas que buscan sanar lo que consideran errores de la revolución.
Si antes llenar el tanque de un carro en Venezuela costaba lo mismo que una menta, ahora cuesta lo mismo que dos cervezas en lata.
El aumento, así como la devaluación también anunciada por Maduro, pueden ayudarle al gobierno a financiar el déficit fiscal, que agencias financiera estiman en más de 20% y es un detonante de la ya disparada inflación.
Sin embargo, analistas dicen que la caída del precio del petróleo, el estancamiento de la producción nacional y las diferentes deudas con proveedores extranjeros exigían un conjunto de medidas aún más radical, por lo que el anunciado dicen que puede ser insuficiente.
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Sistema cambiario
Maduro además anunció cambios en el sistema de control de cambios en el que hasta ahora vienen funcionando en paralelo tres tasas oficiales, junto a la del mercado negro.
A partir de ahora, el esquema se manejará bajo dos bandas: una protegida y otra en un sistema complementario flotante.
El mandatario habló del Plan Nacional de Divisas convertibles con el que la tasa del llamado Sistema Marginal de Divisas (Simadi) pasará a ser “flotante”.
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