No toca a los gobiernos definir lo que es mala o buena noticia, sino que corresponde al pblico decidir al respecto con el patrocinio que brinda a emisoras, diarios, publicaciones y noticieros de la mas variada diversidad.
Domingo, 10 de Agosto de 2014
Buenas, inquietantes, malas, divertidas, de gran inters, sectoriales, de comunidades y del escenario mundial son las noticias que sirven a sus lectores y audiencias los medios salvadoreos, a lo que se suman los contenidos de medios internacionales, lo que se difunde a travs de la internet, los boletines, blogs y los postings que hacen centenares de miles de personas en el pas.
En tal sentido, es curiosa la peticin de Snchez Cern de que los medios deben servir “buenas noticias”, aunque especficamente se refiri a un estudio realizado por una entidad hasta ahora desconocida, que presenta reales o imaginarios logros del rgimen actual.
Se dice que “en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es del color del cristal con que se mira”, por lo que una cosa es la opinin de los vecinos de comunidades permanentemente amenazadas por pandillas y otra lo que se piensa en caseros remotos o zonas menos inseguras de la capital.
En parte el escozor se deriva del sealamiento que el Arzobispo Metropolitano, monseor Jos Luis Escobar Alas, de que estamos enrumbados a un Estado fallido, en el cual la institucionalidad y el orden democrtico corren grave peligro.
Esas declaraciones no pueden tomarse a la ligera, pues recogen una inquietud general, la reaccin ante la cotidiana cuota de asesinatos, el asedio a las instituciones, la precariedad del sistema de gobierno, los madrugones inconsultos, el colapso de la inversin.
No extraa, hay que reconocer, que muchos mandatarios quisieran dictar a los medios lo que tienen que ser sus contenidos, las noticias que “sera del caso” ignorar, lo que debe ocupar menos espacio o tiempo.
Pero en una sociedad libre, como la que continuamente se asegura es la nuestra, nadie est facultado a dictar a nadie lo que debe o no hacer a menos que se trate de ilcitos, pues de lo contrario se caera en una dictadura.
No toca a los gobiernos definir lo que es mala o buena noticia, sino que corresponde al pblico decidir al respecto con el patrocinio que brinda a emisoras, diarios, publicaciones y noticieros de la ms variada diversidad.
Se trata de un plebiscito permanente que escudria la objetividad de los medios, premiando su independencia y confiando en lo que hacen.
Son los medios nacionales
los mejores en la regin
El Salvador es un pas que debe estar orgulloso de sus medios de difusin, los mejores en Amrica Central y de los mejores de Hispanoamrica; y eso lo corrobora cualquier nacional que viaja por el Istmo, viaja por el Caribe y viaja al Norte. Y una de las razones de su calidad es su rechazo a convertirse en hojas de propaganda.
Los medios, adems, estn en la obligacin profesional, tica, de or a todos, de dar espacio a lo que son reclamos justificados, posiciones razonables, crticas y respaldos. Y en esto nos distanciamos de lo que ha venido sucediendo en las visitas presidenciales a barriadas y comunidades, donde slo se oye a los allegados y se hace de lado a la gente.
Y eso es muy fcil comprobarlo oyendo noticieros o pasando pgina por pgina de EL DIARIO DE HOY u otras publicaciones: en el trmino de un mes, son miles de noticias y grupos a los que se les da cabida y con respeto se recogen sus posturas o reclamos.